✦ 태국 𝘁𝗮𝗲𝗸𝗼𝗼𝗸/𝘃𝗸𝗼𝗼𝗸
"🪴 El primer día en la Corte para Taehyung iba a ser especial. ¡ Iba a trabajar por primera vez para el emperador Kim Namjoon!.
Lo que no se esperaba, es que en aquel palacio, su única función no era podar todos los...
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Jungkook se sentía aturdido, podía sentir cómo su cuerpo era sumido a cientos de cuchilladas, sus ojos apenas tenían fuerza para ser abiertos, sus manos se sentían débiles, ni siquiera tenía fuerzas para transformarse.
En cuánto Kook comenzó a recobrar el conocimiento, todo su cuerpo se tensó al ver dónde estaba, la diferencia entre tener sus ojos cerrados a tenerlos abiertos no fue mucha, ya que una tenebrosa oscuridad le dió la bienvenida al tenebroso lugar.
Sino hubiera sido por el escaso rayo de luz que entraba por un agujero, ni si hubiera dado cuenta del lugar donde se hayaba, nada más ni nada menos que una cueva.
- Veo que has despertado.
Ante la fuerte voz, por acto reflejo Kook quiso huir, acto que fue nefasto al ver que estaba encadenado y que apenas tenía fuerzas para moverse, mucho menos para transformarse.
- ¿ Acaso no vas a saludar a tú tío?
¿ Su tío?
Con mucha dificultad, Jungkook levantó su cabeza para encarar al mayor enfrente suyo.
Su cabellera oscura y rizada, su escudo gris complementado con una gran capa negra, por no hablar de la sarcástica sonrisa que adornaba su rostro.
Si no fuera porqué estaba arrestado y medio muerto, le parecería hasta atractivo.
- ¿ Kim En-Jin? - preguntó el menor en un inexistente susurro.
Con una espléndida risa llenando toda la cueva, En-Jin se arrodilló hasta quedar a escasos centímetros del rostro de Kook.
- Me alegro que te acuerdes de mí. Resulta extraño, ya que nunca me llegaste a ver en persona.
- Por tu culpa toda la família imperial sufrió, tan grande fue el dolor que acabé sintiendolo como una pérdida.
- Cuánta intensidad. - exclamó el mayor, quién no tardó en tumbarse justo en frente del menor, dejando a la vista sus bonitos y musculosos hombros. - Serías buen actor, ¿ te lo han dicho alguna vez?
Cómo respuesta, Jungkook dió un gran suspiro.
- No te lo tomes a mal, yo no tengo nada contra ti, ni siquiera llegué a conocerte, mi odio es únicamente hacía mi hermano, el fue el causante de que todo mi poder se esfumara.
- Que mejor castigo, que hacerle sufrir con lo que más ama. - susurró En-Jin, mordiendo ligeramente sus labios mientras levantaba el mentón de Kook con sus dedos.
- Lo siento chico, pero acabamos de empezar.
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- ¿ Cómo lo ha conseguido? ¡ Nunca le dí una sola indicación!
La cabeza de Yong Bok daba vueltas y vueltas, sus nervios iban a flor de piel, sus pies corrían solos por el bosque como si fuera una programación.
- ¡ Lee!
Su cuerpo se congeló.
- Lee. - prosiguió Park, envolviendo los hombros del menor con sus manos para poder girarlo. - ¿ Que haces aquí?
¿ Y ahora que hacía? ¿ Le explicaba su procedencia a las únicas personas que le habían mostrado un poco de cariño, pudiendo así conseguir que lo odiaran para siempre?
Yong Bok suspiró.
- Voy a la cueva de En-Jin.
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Todos estaban atónitos.
- Entonces. - Se adelantó Seo. - ¿Eres su esclavo? ¿ o su compinche?
- No sería capaz de explicarlo, desde pequeñito he estado con él, él me crió, siempre me inculcó la importancia de servirle, ni siquiera lo pensé en cuánto me dijo de infiltrarme en Palacio, el siempre me decía lo que hacía mal, quería que por una vez se sintiera orgulloso de mí. - suspiró Yong Bok. - Hasta que os conocí, en unas pocas semanas me demostrasteis más cariño que el qué me habían demostrado en años. Por eso, no llegué a decirle nada a En-Jin sobre el señorito Kook, ¡ ni siquiera sé cómo le ha encontrado y atrapado! Iba hacía la cueva para detener a mi señor, hasta que os encontré.
- ¿ La cueva? - inquirió Min. - ¿ Acaso sabes dónde está?
