Malos pensamientos

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Honeymare

Ella están linda... Su porte, su gentileza, su carisma ¿tendrá pareja? No, no creó, se ve muy seria para esas cosas, pero, carajo están linda.

Estaba pensando en nuestra nueva acompañante, Elsa decidió quedarse en el bosque y desde que cantó esa canción de cuna conmigo, quedé flechada por ella.

Sonríe inconscientemente al recordar esa escena, iba a tomarle la mano en el momento en el que puse mi mano en el pequeño reno pero los gigantes de tierra llegaron hasta nuestra pequeña aldea y tuve que esconderme.

Mientras sonreí como tonta al recordar a la platinada note que alguien estaba pasando su mano por mi cara.

-Honey!

Di un pequeño saltó y volví a la realidad.

-Perdón ¿Qué me decías?- traté de sonar lo más relajada posible pero sonó más como un susurro mientras acomodaba al pequeño reno qué estaba en mis piernas.

-¿Sigues pensando en ella? Por Dios Honey, solo pídele una cita.

-Cállate, no sabes lo que dices.

Mi hermano es la persona que probablemente más quiero en este mundo pero definitivamente es un tonto.

-Oh vamos, te la vives suspirando, últimamente estás muy risueña, si ves a Elsa de lejos te pones roja y ni hablemos de lo que pasa donde te llegué hablar.

Tomé un pequeño trozo de zanahoria que era de los renos y se lo tiré, aunque no estaba tan lejos de mí.

-Oye! Eso dolió- dijo mientras se acariciaba la cabeza que fue donde le cayó.

-Ella es muy linda, pero me ve como su amiga y yo igual.

-Claro, desde cuando las amigas se quieren comer a bes...

Iba a tirarle otro trozo de zanahoria pero en ese momento Elsa pasó con los niños de la aldea.

-Hola!- nos dio un pequeño saludo a ambos y los niños hicieron lo mismo. Mi hermano devolvió el saludo, yo me quedé como tonta mirándola.

-¿Qué hacen por estos lados?

Preguntó mi hermano.

-Los niños querían jugar a las escondidas conmigo y al terminar el juego decidimos dar un paseo.

-Majestad, usted no conoce muy bien el bosque.

-Oh lo sé, no hemos salido de está zona, además, para ser sincera son los niños los que me están enseñando el bosque a mi.

Dijo con una sonrisa y dirigió su mirada hacia mi, sentí como mi hermano me pegó con su codo en mi brazo y solo ahí me di cuenta que seguía mirándola como una completa idiota.

-Honeymare podría enseñarle el bosque.

-Me encantaría, pero no quiero molestarla.

Mataré a la rata de mi hermano.

-Yo... Yo estaría encantada de enseñarle el bosque majestad.

Pude ver como me dedicó una sonrisa, senti que los niños me dieron un pequeño empujón para quedar más cerca de ella y sentí que mi cuerpo se congeló de inmediato. Mi hermano tomó a los niños y los alejó de la escena.

-¿Por qué no podemos ver? -preguntó uno de los niños.

-Porqué son cosas de adultos.

-¿Son novias?

-¿Se dan besos en la boca?

Los niños hacían mil preguntas por segundo mientras intentaban llegar donde estaban Elsa y Honeymare.

❄️🍂

Mientras tanto, Elsa y Honeymare.

-Es lindo que se lleve bien con los niños-dijo Honeymare para bajar un poco la tensión, al ser empujada por el niño quedó muy cerca de la monarca y ella no tomó distancia

-Son muy lindos.

-Como usted... - dijo en un susurro sumamente ahogado, nunca había estado tan cerca de la platinada.

-¿Disculpa?

-Qué hace mucho frío ¿no creé?

-¿Te caliento? -dijo con una sonrisa de boca cerrada.

Eso subió la temperatura de Honeymare de una manera imaginable, sintió como sus  piernas temblablan y como su corazón quería salir del su pecho.

-Majestad...

La platinada se acercó un poco y acarició la mano de la morena con delicadeza, intentó mirarla a los ojos pero Honeymare no dejaba de ver el suelo, no quería que la viera tan roja.

-No bajes la mirada, me gustan tus ojos.

La monarca tomo su barbilla con cuidado y así logró mirarla a los ojos, Honeymare se mantenía completamente callada mientras miraba los labios de la reina.

Y cuando estaban a punto de romper su distancia, los niños volvieron dando gritos y corriendo hacia ellas.

Elsa con mucho cuidado volvió a tomar distancia y miro a los niños, Honeymare quién estaba algo acalorada y aún seguía sin creer lo que pasó miró hacia donde se encontraba su hermano y lo miró de mala gana.

-Reina Elsa, puede congelar el lago y enseñarnos a patinar?

-Por supuesto que si, vayan adelantándose.

-No, venga con nosotros.

Y así, Honeymare vio como unas pequeñas personitas se llevaban a la mujer que le iba a dar su primer beso.


Otoño invernal (one-shots) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora