El amor es como el fuego.

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Honeymaren

He pasado tres semanas pensado en como declararmele a Elsa, desde que llegó al bosque nos hicimos inseparables y grandes amigas pero ese cariño se fue convirtiendo en algo más o por lo menos yo lo veo así.

Miré mi reflejo en el lago y pensé ¿En verdad ella sentirá algo por mí? Me refiero a que ella es de la realeza, una mujer muy hermosa y el quinto espíritu y yo... Bueno, soy ¿linda?

Suspiré ante tal pensamiento, aunque no me guste aceptarlo es verdad. Soy muy poca cosa para alguien como Elsa.

Sentí como mis ojos se llegaron de lágrimas casi de inmediato, así que solo tomé mis piernas contra mi pecho y me abracé a mi misma.

¿Por qué enamorarse duele tanto?

—Honey.

Sentí una mano en mi hombro y por el frío que transmitía supe que se trataba de Elsa, intenté limpiar mis ojos con mis rodillas lo más rápido que pude, mientras que ella se sentaba a mi lado.

—Te he estado buscando por todas partes.

Admitió.

—¿Qué necesitas, Elsa?

—Oh bueno, nada.

Elsa me miró con una sonrisa después de contemplar el lago al llegar, le devolví la sonrisa pensado que no se había dado cuenta de que estaba a punto de llorar, pero su sonrisa desaparecido.

—Honey... ¿Estás bien?

—Yo... Sí ¿Por qué la pregunta?

Alejé mis piernas de mi pecho e intenté actuar normal, pero ya era tarde.

—Tienes los ojos rojos.

—Oh bueno... Me entró tierra hace un momento.

—Honey, tengo una hermana menor que llora cuando se le rompe una uña y cuando quiere atención. Se que estabas llorando.

—Yo... —Vamos Honeymaren, piensa en algo. —No sabía que Anna fuera tan dramática.

Elsa solo me dedicó una mirada de preocupación.

—Sabes que puedes confiar en mí...

Y en ese momento, Elsa colocó su helada y linda mano sobre mi mejilla, logrando que mi mirada quedará solamente para ella... Aunque siempre ha sido así. ¡Concéntrate! Su pulgar empezó acariciar mi mejilla en círculos y en sus labios se encontraba una sonrisa.

Dios, estoy en el cielo.

—Elsa...

—Sabes que puedes confiar en mí, somos amigas ¿lo recuerdas?

Y ahí, sentí como el nudo en mi garganta se volvía a formar.

Somos amigas... Esas dos palabras empezaron a sonar en mi mente una y otra y otra vez, sin parar.

Sentí como las lágrimas me atacaba de nuevo así que solo aparte mi rostro de su mano, me levanté y salí corriendo sin rumbo.

—¡Honey, que pasa!

Escuché a lo lejos.

Elsa

¿Qué pasó? ¿Dije algo malo? Tenía mil preguntas y cero respuestas, intenté perseguir a Honeymaren pero la perdí de vista casi de inmediato.

Pasé todo el día buscándola pero nunca la encontré.

Al pasar de los días, Honey solo me devolvía un saludo y lo hacía de una manera muy seca, al pasar de las semanas no me volvió a mirar y al pasar de los meses, me dejó de hablar.

Jamás entendí el por qué, nunca supe la causa.

Pero perder a la única amiga que tuve en mi vida, en verdad me dolió. Ella actuaba como si nunca en su vida hubiera hablado conmigo... Como si yo no existiera.

Al pasar de los años, jamás me volvió hablar y ya había perdido la esperanza, cuando intentaba hablarle ella simplemente me ignoraba y se iba.

Una mañana entré a su carpa, en verdad la extrañaba... Miré a mi alrededor y vi una pequeña libreta en su cobija, debe ser el diario del que alguna vez me habló. Se que está mal pero necesito saber porque me dejó de hablar, así que la tome, me senté en el suelo y empecé a leer.

Traté de buscar la fecha en que pasó todo esto o por lo menos una que se aproxime y la encontré.

"Elsa... Se que nunca leerás esto pero quiero creer que si lo harás. Estos meses que hemos pasado juntas he empezado a sentir muchas cosas por ti... Admiración, respeto, cariño, amor.... Y pensé que era mutuo, en verdad creí que sentíamos lo mismo. Pero solo soy una tonta ilusa al creer que sería lo suficientemente para ti.

Hoy creí que podría declararte mis sentimientos al frente del lago, pero al decir que solo eramos amigas... Me mató en vida.

Pero al oírte mencionarlo, la realidad me golpeó y me hizo entender lo equivocada que estaba al enamorarme perdidamente de ti. Me prometí a mi misma alejarme de ti por mi propio bien, pero quiero que sepas que si algún día me llegó a casar con alguien, te juró que solo te imaginare a ti en ese altar, mi corazón y mi alma te pertenecen, aunque tú sólo me veas como tú amiga.

Después de todo, el amor es como el fuego, calienta el doble y su destrucción es peor.

Tú fuiste mi fuego.

Con cariño, Honeymaren..."

Al terminar de leer me di cuenta de las lágrimas que estaban en mi rostro. Después de eso ella no había vuelto a escribir más... En cuatro años no volvió a escribir.

Dejé caer el diario y traté de limpiar mis lágrimas.

Ya no podía ir por ella... No importa si yo la amaba, ella en este momento está desposando y uniendo su vida con alguien más.

No conmigo y todo por mi culpa.

❄️🍂

Capitulo diferente (Lloren) 😁

Otoño invernal (one-shots) Where stories live. Discover now