Celos

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Elsa

Las fiestas en el castillo se han vuelto mucho más frecuentes, en este momento me encontraba en una. Miré a mi alrededor y solo vi a personas bailando, suspiré pesadamente. Volví a mirar hacia la pequeña mesa en la que me encuentraba con mi hermana y Kristoff.

-Honeymare ya se tardó bastante ¿no creen? - dijo Anna.

Honey dijo que iría al baño y ya han pasado diez minutos para ser exactos.

-Cierto, iré a buscarla.

Anna y Kristoff solo asistieron con la cabeza, me levanté y caminé hacia los baños, los cuales quedaban algo lejos. Al llegar al pasillo vi a Honeymare hablando muy animadamente con una chica ¿Quién carajos es esa? Y ¿que hace hablando con mi novia?

La chica que estaba hablando con Honeymare se le acercó al oído y le dijo algo, lo cuál le hizo gracia a Honeymare ya que soltó una carcajada. Suficiente, me acerqué a donde estaban y tosí falsamente para que se dieran cuenta que no estaban solas.

-Mi amor. -dijo Honeymare al verme, me tomó de la mano y me acercó a ella. -Mira, te presento a la princesa Esmeralda.

-Un placer su majestad. -dijo la tipa esa.

Por instinto volteé los ojos ¿Quién se creé? Le coquetea a mi mujer en mi cara y peor aún, le dijo algo al oído, la única que puede hacer eso soy yo y solo para completar ¿me salude como si nada? Qué descarada.

-Sí, como sea, amor. -mire a Honeymare y ella enseguida me dio su atención. -¿Por qué demoraste tanto?

-Oh, es qué Esmeralda también iba para el baño y estaba un poco perdida, luego solo me quedé hablando con ella. - dijo con una sonrisa, están linda, nisiquiera se dio cuenta que esa mujer le estaba coqueteando.

-Mm ya veo.

-¿Algún problema su majestad? -preguntó mientras se cruzaba de brazos, vuelco y repito ¿Quién se creé?

-No... Como creés -dijo Honeymare.

-De hecho sí, alejate de mi esposa o te haré hielo. -dije mientras me ponía al frente de Honeymare, Esmeralda solo se quedó callada y se retiró al momento.

-¿Desde cuando estamos casadas? -Escuché la voz de Honeymare, me di la vuelta y la vi con los brazos cruzados.

-Aún no, pero pronto lo estaremos.

Honeymare se sonrojo un poco pero aún así no perdió su postura.

-¿Por qué fuiste tan grosera?

-Amor ¡te estaba coqueteando!

-¿Ah? Claro qué no.

-¿Qué te dijo al oído?

-Qué mi sonrisa le parecía muy linda... Oh.

Sentí mi sangre hervir en ese momento, iba a ir detrás de esa ridícula para mostrarle quién soy yo pero Honeymare me tomó de la mano y me pegó a ella.

-Déjala ir, no vale la pena.

-Te estaba coqueteando...

-Y mi novia la puso en su lugar.

Iba a decir algo pero Honeymare atrapó mis labios con los suyos, el beso fue subiendo de tono mucho más rápido de lo normal. Tomé a Honeymare de la cintura y la acorrale contra la pared.

-¿Quieres castigarme, amor? - Me erice de inmediato, siempre usábamos esa frase cuando alguna quería ser la sumida de la otra, quién más la usaba era Honeymare.

Puse mi mano en su cuello como respuesta, fui apretando solo un poco y con cuidado de no lastimarla, ella gimió como respuesta.

Bajé mis manos hacia su trasero, el cual apreté con fuerza. Honeymare volvió a gemir y subió sus labios a mi oreja.

-Me encanta cuando te pones celosa.

Esa noche hicimos el amor como nunca y lo mejor de todo, en cada rincón del castillo.

Otoño invernal (one-shots) Where stories live. Discover now