Capítulo II

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Capítulo 2: Harry cree que entiende todos los errores de Draco, ¿pero preferir una biblioteca que una sala de juegos? Eso no lo deja dormir por la noche

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De Draco Malfoy se pueden criticar muchas cosas. Que si se va a morir por el cianuro de tantas manzanas que come, que si el día que le pinchen el orgullo todos nos vamos a morir de la onda expansiva, que si camina como si usara tacones.

Pero no se puede decir que no tenga estilo. Harry admira de una esquina a otra las decoraciones en colores tierra que combinan creando un espacio donde la vista se relaja. Los muebles se ven tan cómodos como exclusivos y el anfitrión le susurra a una víbora de piedra que le diga a las gárgolas que no recibirá a nadie más hasta nuevo aviso.

Ciertamente es un buen lugar. Harry por suerte no tuvo que comprar un solo mueble para la casa que le heredó Sirius, si hubiera sido su deber habría terminado llenando el espacio de juegos y escobas.

De hecho.

— ¿Donde tienes la sala de juegos?

Draco eleva una de sus cejas. Harry no sabe cómo puede hacer eso, lo ha intentado frente al espejo y se ha visto como si tuviera un derrame cerebral.

— ¿Estamos jugando billar, Potter? Creí que estabas por un asunto oficial.

— Sí, es decir, —dice Harry—, solo me pregunto por cómo podrías hacer ver elegante una sala de juegos.

— Yo puedo hacer lo que quiera.

— Pues vamos a verla. Empezaré por ahí. ¡Al mal paso darle prisa!

Su hombro es interceptado por la mano de Draco antes de que dé un solo paso. Se queda quieto. Su agarre es extremadamente suave.

— ¿Que debo saber?

Harry parpadea oyendo a Draco.

— ¡Oh! ¡Cierto! Como te conozco lo olvidé. Tienes derecho a guardar silencio y a entregarte por tu propia cuenta, pero si hallo algo por mi parte no haré ninguna pregunta antes de detenerte y todo lo incriminatorio que halle lo traeré conmigo para ser puesto en custodia. Por lo que puedo mover todo lo que quiera, pero no puedo arruinar nada ni llevarme algo que no sea lo que estoy buscando.

— ¿Que artilugio fue denunciado?

— ¿Importa? No tienes nada aquí.

Draco asiente con su cabeza distraídamente.

— ¿Quien lo hizo?

— Información confidencial. Si te digo se me hincha la lengua —Harry hace una mueca ante el recuerdo—. Una mala situación. La última vez terminé enviando a una horda de serpientes a invadir Polonia tratando de pedir un café.

Y la verdad es que no revisó esa parte en profundidad. Harry solo puede imaginar el grito al cielo que pegaría Malfoy si supiera que le está pisando los terrenos de quien sabe qué ancestro por algún tarado que se metió cuatro quilos de polvo de unicornio.

Pero bueno. El muerto al pozo y el vivo al gozo. Harry se frota las manos e insiste:

— Si no tienes más preguntas, a la sala de juegos.

A Harry No le Pagan lo Suficiente // Harco - DrarryWhere stories live. Discover now