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V

Me llevan arrastrada a través del pasillo halando de mi cabello agresivamente de nuevo estoy dentro de esa habitación infernal de donde escapé y juré nunca regresar

-¡Dios!-exclamo iracunda-¿qué es lo que quieres de mí? maldita sea ¡no tengo nada!

-oh claro que sí lo tienes querida-dice en tono burlón sonriente-tú tienes un padre y tu padre tiene algo que yo quiero. y ¿adivina qué va a pasar si no lo tengo en una semana?- su expresión es gélida y muy frívola haciéndome erizar la piel ante el pánico que este me provoca

-¿mi padre?-pregunto incrédula. él no es más que un simple contratista ¿por qué debería tener algo que ellos quieren? nada tiene sentido para mí, todo es tan confuso que por más que él me diga no logro entender nada.

Él ve la interrogatoria en mi expresión y pone los ojos en blanco con fastidio. de nuevo se quita su ropa quedando completamente desnudo y yo entro en pánico al saber que quiere continuar lo que no terminó

-¡por favor! ¡por favor! no lo hagas te lo suplico-me acurruco en una de las esquinas de la habitación buscando la protección que no tengo. pero él solo me toma del brazo fuertemente y me lanza hacia la cama con una fuerza abismal haciéndome tropezar con el cabezal de ella misma, llevo mis manos hacia mi nariz cuando siento el ardor y el líquido caliente salir de ella y efectivamente se trata de sangre.

-¿Por qué no puedo glamurizarte?-su respiración es agitada, su gesto está endurecido y sus manos están cerradas en puños apretandolas con fuerza. no entiendo porque está molesto No sé de lo que me está hablando

-No no sé de lo que me estás hablando-logro tartamudear entre el llanto

-¿Acaso me crees idiota?-grita con exhaustividad-crean armas contra nosotros y luego cruzan nuestro territorio ¿solo porque sí? ¿En realidad me crees idiota?-una bofetada resuena por toda la habitación. me quedo inmóvil llevando mi mano hasta mi mejilla tratando de amortiguar el dolor que el impacto me causó

No sé qué mierda está pasando ni qué castigo es este. ¡solo quiero morirme ya! así que simplemente dejo de luchar y que haga lo que tenga que hacer, ya comprobé que nada de lo que haga o diga me salvará de mi cruel destino

Siento como arranca la tela que cubre mi cuerpo violentamente dejándome a su Merced de nuevo. pone su mano en mi cuello apretándome con fiereza cortando el aire que estaba reteniendo, aprieta su mandíbula y entre dientes dice:

-vas a ser mía perra Cuando quiera, como quiera y donde yo quiera ¿me entendiste?-Yo solo puedo asentir lentamente con la cabeza mientras intento respirar. no me muevo, no lucho simplemente si quiere matarme de esa manera así será.

Con su mano libre aprieta mis pechos con fuerza haciéndome soltar un quejido de dolor entrecortado por el aire, baja su mano hasta mi zona íntima y la prieta del mismo modo. separa mis piernas lentamente y al ver mi zona íntima su expresión endurecida pasa a una completamente diferente, excitado y gustoso es lo que puedo percibir en su gesto. con su dedo pulgar masajea mi clítoris y noto como su miembro eréctil bota una especie de líquido transparente

Suelta mi cuello y toma mis caderas con ambas manos y sin verlo venir se introduce dentro de mi con fiereza desgarrando todo a su paso. El grito de dolor inunda la habitación y este ensancha su sonrisa como si le hubieran dado un trofeo

-de ahora en adelante-primera embestida- serás mía y nada más que mía-segunda embestida-eres tan exquisita que me atrevo a decir que nunca me aburriría de ti. y créeme que me aburro fácil de las mujeres-tercera embestida, toma un mechon de mi cabello y lo huele como si de droga se tratara cerrando sus ojos e inhalando a profundidad su aroma