sheol

XV

Sheol

Un grito ahogado se escucha por toda la mansión alertandome enseguida, rápidamente uso mi velocidad para llegar hasta el lugar y me encuentro con Uriel, Keisha y una scarlatta fuera de si

—¿Que mierda pasa?—pregunto entre el bullicio. Mis ojos se abren de par en par al ver a northman cargada por Uriel llena de sangre—¿Que mierda paso?—grito colérico, mi respiración es un desastre

—¡Ella me atacó! ¡Ella me atacó!—grita scarlatta fuera de si. Veo que también tiene sangre en su rostro y algunas heridas ya están sanando

—¿Estás idiota?—bufa Keisha—aparte de humana la única que quiere matarla aquí eres tú

—te juro que yo no fui, la maldita es un mounstro mata vampiros ¡Mira!—señala el desastre que hay alrededor—fue la perra ¡Ella mato a todos!

—¡No te creo nada!—esta vez es Uriel quien interrumpe fuera de si—si algo le sucedió te voy a matar con mis propias manos maldita

—¡Basta!—trato de detener el desorden para pensar. Los vampiros no beben de otros vampiros serían como un humano bebiendo solo agua, en algún momento morirás de hambre. Observo la escena que parece sacada de un cuento de terror, hombres desgarrados, marcas profundas y un rio de sangre yace en el piso, suelto un respiro sintiéndome por primera vez amenazado—llevenla a mi habitación —ordeno

—no es de tu propiedad sheol—reclama entre dientes Uriel

—tampoco la tuya, la traje para ti si. Pero recuerda que así como te doy te puedo quitar. Además no se cuál es la desconfianza, la pelirroja no me cae bien y lo sabes, solo investigo

Sin decir otra palabra Uriel se va acompañado de Keisha a mi habitación para dejar a northman dejándome a solas con scarlatta

—sheol...—empieza hablar—sabes cómo soy ¡No me dejó de nadie!—sus nervios se ven a simple vista, está sudada y temblorosa—pero la perra es una asesina de vampiros ¡Es peligrosa! Tienes que sacarla ahora mismo de tu territorio te juro que no bromeó

—es otro de tus juegos—lo se, le creo pero debo hacerla creer lo contrario para que no alerte a los demás. Todo lo que Agus northman ha echo con su hija no tiene precio pero debo investigar más

—¡Te juro que no! Maldita sea

—no te creo eres capaz de todo, se cómo eres

—eres un cretino ¡Idiota!—grita golpeándome el pecho—imbecil

—¡Basta!—la sujeto fuertemente de los brazos mirándola a los ojos—¡Se lo que eres scarlatta y por algo te desterré de aquí, no colmes mi paciencia y piérdete de mi vista

Sin decir nada más se va dejando solo su aroma y a mi con Miles de preguntas, por primera vez estoy preocupado por alguien que no sea yo. Por primera vez siento la necesidad de proteger a alguien que... ¿Me gusta? ¿Amo? O solo tengo empatía... ¿Lastima tal vez? No lo sé pero northman no ha salido de mi cabeza y temo que por primera vez en muchos siglos remueva un sentimiento en mi que ya creía perdido