sheol

IX

Luna

Me despierto sin saber que es lo que está pasando ¿Por qué hay tanto revuelo? Y ¿por qué estoy en medio de una piscina improvisada en el patio trasero de la casa? Miro a mi alrededor y me encuentro con mi hermano desmayado en el suelo atado de manos y pies. El horror se apodera de mí cuando noto que está golpeado y lleno de sangre

—¿Alex?—lo llamo pero no obtengo respuesta— ¿qué diablos está pasando? ¡Alex!—le grito desesperada pero él no se mueve. comienzo a preocuparme verdaderamente y las lágrimas comienzan a salir sin control, intento levantarme pero estoy tan débil que caigo enseguida por los mareos causados

Veo a sheol y keisha salir de adentro con una expresión en sus rostros nada amigable. Me sujeta firmemente la mandíbula hecho una furia, su respiración está hecha un desastre y está como si quisiera matarme. no entiendo ¿qué fue lo que pasó?

—ahora mismo me vas a decir qué mierda es esto—saca la jeringa de su bolsillo y mis ojos se abren hasta el límite a ver que la tiene su poder— por qué demonios tengo la sensación de que tiene que ver con tu padre—trago grueso ante lo mencionado

—yo... yo no lo sé. es... el lo hizo —comienzo a balbucear—no sé de qué estás hablando solo es mi inyección sufro de anemia

Él comienza a reírse sarcásticamente. sus ojos botan fuego y yo solo quiero desaparecer nunca antes había visto un hombre enojado así como estaba él en esos momentos, me atrevería a decir que sheol es mucho peor que Uriel. mis nervios me traicionan y comienzo a temblar queriendo decir todo lo que sé, volteo y veo a mi hermano tirado en el suelo. Debo ser fuerte por él aunque no sé qué tanta información les pudo haber dado ya que está muy golpeado y expuesto

—¡me crees idiota!—grita colérico sacándome de mis pensamientos— es un arma—escupe entre dientes—tu padre usó a tu hermano para traer un arma que mata vampiros a mi territorio... ¡mi territorio!— termina gritando— ¿Cómo debo reaccionar? ¿eh? ¿me como primero a tu hermano? ¿o a ti? o mejor empiezo a quitarles los dedos uno por uno lentamente hasta que el desespero y la agonía los haga infartarse... ¿tú qué dices perra?—un vacío cayó dentro de mi corazón al escucharlo decirme esa palabra no entiendo nada si bien mi padre me dijo que era un arma letal para los vampiros también me ayuda a recuperarme de mi enfermedad pero en realidad ¿qué es?

—sheol Te juro que no sé qué es no sé qué te dijo Alex pero normalmente habla además y...

—¡cállate!—me ataja en el aire—no quiero escuchar una puta mentira estoy cansado quise ayudarte por creer que eras inocente pero tienes más garras y ambición que yo. ¿en realidad te gusta que Uriel te viole? el ¿sufrimiento te gusta? ¿Te gusta el dolor? eso es lo que veo. si, estás aquí y pides ayuda pero en realidad por dentro pides que no lo hagan te gusta placer el éxtasis el sufrimiento y eso es lo que te voy a dar ahora

—¿que? no, no. estás equivocado Te juro que no sé nada es una inyección para mi enfermedad no sé qué es lo que me pasa desde niña siempre he sufrido espasmos, fiebre solo eso me pone mejor.

él se queda en silencio procesando lo que le digo Y de pronto su cara pasa de ser furiosa a una divertida

—¿No me digas que eres la rata de laboratorio de tu padre?—ríe con fuerza— vaya, vaya quién diría que el señor northman escogería su propia hija para su proyectos... ¿tu hermano también usa esto?—me pregunta alzándo en el aire la pequeña inyección

—no, no sufre de ninguna enfermedad— respondo en un susurro

—¿entonces si yo me inyecto esto que me hará?—suspiro cansada por la decepción

—¡No lo sé! de acuerdo. solo me dijo que era un arma contra vampiros pero en realidad no sé qué hace

—¡keisha!—le grita haciéndome soltar un respingo.

—si mi amo—contesta esta haciendo una reverencia— trae un esclavo el que menos te guste haremos un experimento hoy—le dice mientras me mira a los ojos con una sonrisa macabra, la piel se me eriza sin saber qué es lo que quiere hacer

—¿Qué te dijo mi hermano?— intento buscarle conversación para remediar las palabras que él le dijo pero lo que me dice me deja atónita

—nada, tu hermano ha estado inconsciente desde que entró a la mansión creo que keisha no ha sido amable con él. en fin me importa un pepino... ¿ya te sientes mejor?

—aún estoy un poco mareada

—entonces mareate menos. de ahora en adelante no te vas a apartar de mi lado pequeña diabla—su mano pasa acariciar mi pelo y un remolino de sensaciones abarca en mi pecho sin saber qué hacer siento miedo, adrenalina y a la misma vez temor