Con las pequeñas ruedas del cochecito para cachorros rodando sobre los pulcros azulejos del piso y si vista centrada en su camino, JungKook se abría paso entre la multitud sin prestar atención al bullicio del lugar, ni mucho menos a los diversos cambiaformas que se encontraban a su alrededor. Y es que, JungKook tenía un objetivo, y era el llegar a lo más rápido posible a la ferretería donde Jimin trabajaba desde hacía un mes.
Necesitaba llegar antes de que la hora de almuerzo comenzará, para poder entregarle la pequeña lonchera con comida que el omega había olvidado esa mañana en el departamento. Estaba preocupado por la alimentación del omega, desde que lo había visto reducir sus raciones de comida y saltarse algunas comidas. Y aunque había tratado de hablarlo con él, Jimin solo se había excusado en que últimamente había perdido el apetito o que no tenía tiempo suficiente para comer debido al trabajo en la ferretería. Un trabajo con el cual JungKook ya no estaba demasiado conforme.
Durante las últimas semanas había notado cambios negativos en el comportamiento de Jimin que ya no solo se regían a su alimentación, sino también a su estado de ánimo y la forma en la que parecía haber perdido su sonrisa. Y ni hablar de como su aroma denotaba tristeza y las pequeñas heridas en sus manos.
Jimin ya no era ese omega brillante y con un aroma lleno a felicidad que había conocido y necesitaba saber que había sucedido con él, para traerlo de regreso. Pero para ello necesitaba saber qué estaba ocurriendo en el trabajo de Jimin y dado que este había olvidado su almuerzo, ahora tenía la excusa perfecta para presentarse y tener la oportunidad de descubrirlo por su propia cuenta. Y era por ello que tanto él como Gookie se encontraban adentrándose al elegante elevador del centro comercial para subir hasta el piso dos donde se encontraba la ferretería.
La caja metálica no tardó más de un minuto y medio en llevarlo hasta su piso de destino. Luego de que las puertas metálicas se abriera y él desbordara, el elevador camino entre la multitud y las tiendas. Estaba concentrado en llegar a su destino. Sin embargo, a mitad del trayecto un pequeño anuncio en uno de los escaparates de una de las tantas tiendas llamó su atención.
Era una de las tiendas de zapatos deportivos más grandes del centro comercial y estaban buscando empleados. Observó el anuncio por varios segundos hasta que decidió retomar su camino. Y tan solo cinco minutos después se encontró a sí mismo entrando en el local donde Jimin trabajaba.
La campanilla de la puerta se hizo sonar al momento de empujar la puerta, llamando la atención de varios empleados y uno que otros compradores. En primera instancia recorrió el lugar con la mirada, pero para su desdicha no logró encontrar a su bonito omega, no hasta que tras un par de minutos lo vio asomarse entre los pequeños pasillos del local en compañía de un cliente de mediana edad. Y como había sido de esperarse, Jimin se encontraba demasiado ocupado atendiendo a su cliente, que ni siquiera notó su presencia, ni la de Gookie.
Soltando un pequeño y denso suspiro, JungKook se movilizó hacia un costado donde no sería un estorbo, ni mucho menos una molestia tanto para los empleados, como para los clientes. Permaneció en ese pequeño espacio un par de minutos hasta que unas de las empleadas notó su presencia.
—¿Puedo ayudarle en algo?—la omega preguntó con una falsa amabilidad.—¿Busca algo en específico?
—Sí. De hecho, tengo que comprar algunos materiales para una maqueta.—JungKook dijo sin prestarle más atención de la necesaria.—Pero, estoy esperando que él—señaló a Jimin.—se desocupe, para que me pueda atender.
La omega, al notar que el nuevo y apuesto cliente señalaba al nuevo, le fue imposible no formar una mueca de desagrado y fastidio, ¿por qué todo querían ser atendidos por ese tonto omega? A decir verdad no lo sabía, porque para ella Jimin no era más que un Omega tonto que creía que poner una cara bonita podía obtener todo lo que quisiera.

YOU ARE READING
Learning how to be dads ; Kookmin ©︎
FantasySer padres no es ninguna tarea fácil, y menos para jóvenes parejas que muchas veces suelen ser irresponsables a la hora de criar a sus pequeños cachorros. Es por ello que, la universidad de Corea ha tomado a bien poner en marcha un pequeño y nuevo p...