𝘴𝘶𝘯𝘰𝘰 ☺︎ 𝘩𝘦𝘦𝘴𝘶𝘯

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𝘩𝘪𝘴 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘴𝘵𝘰𝘳𝘺 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘐 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰𝘺𝘦𝘥

Sin haber podido conciliar bien el sueño por llorar hasta quedarse dormida, sunoo bajo las escaleras nuevamente encontrándose con su madre, quien desayunaba callada. Se sentó con ella en la mesa mirándola detalladamente, sus ojos estaban hinchados por tanto llorar, se veia demacrada, estaba pálida, su piel erizada, su cabello rubio despeinado y su labios hinchados. Le rompía el corazón ver a su madre en tal estado.

—oh sunoo despertaste, ¿quieres un poco?— le pregunto intentado no quebrase y llorar de nuevo al pronunciar el nombre de su hija, la muchacha negó. —mamá... no quiero llamarme más sunoo— inevitablemente sus ojos se cristalizaron y dejo salir unas lagrimas traviesas, su madre al notarlas dejo toda su acción y se acercó abrazarla —si eso es lo que deseas, podemos buscar otro nombre lindo— dijo llorando también, ambas mujeres habian sido lastimadas. Sunoo al enterarse de aquello su corazón se rompió, su nombre... no era nada más que el nombre del amante de su padre, del amor de aquel hombre que le mintió a ella y a su madre por tantos años, y no negaría que se sentía terriblemente mal no iba a ponerse de lado de ese hombre. Nunca. —¿p-puedo preguntar... quien es kim sunoo?— dijo débilmente, temiendo que la mujer reaccionase como el día anterior y la lastimara. —... claro, es hora de que sepas la verdad.

—kim sunoo, fue el único y verdadero amor de tu padre...

Heeseung estudiaba en la secundaria de Gangnam, ya que su padre habia sido transferido a una empresa de ahí toda la familia Lee se mudó. El peli negro estaba en noveno grado, dos años más e iba a la universidad, su universidad soñada era Princenton y no importase lo mucho que cueste, el iba a entrar en ella. Su familia estaba orgullosa de sus logros, eran un chico sumamente guapo, inteligente y divertido. Sus calificaciones eran altas en todas las clases y si alguna bajaba el se encargaba de subirla lo más rápido posible, tenía unos amigos increíbles y eran buena influencia, era un chico increíble.

Pero siempre hay un pero en cada persona, su familia siempre presumió a su hijo como el mejor del mundo, pero lejos de todos aquellos extraños que se hacían llamar «amigos», detestaban como era su hijo en realidad, un muchacho totalmente desaliñado, con sueños y aficiones ridículas, sus "bromas" eran de muy mal gusto, académicamente estaba bien pero con la gente que se juntaba... unos vagabundos por completo, y ni hablar de aquel muchacho que su hijo tanto llevaba a casa.

Lee Heeseung era excepcional, pero al mismo tiempo una pesadilla completa, sus padres nunca recuerdan el momento en perdieron a su pequeño heeseung para llevar con ellos a un joven totalmente desconocido para ellos, cuando este dio su opinión en una cena importante supieron que estaba perdido. Su tío, otro vago a los ojos de sus padres, estaba borracho y hablaba de más, heeseung no pudo contener su ira y enfrente de todos, invitados, familiares y socios hizo una escena que dejo a todos en silencio.

—hijo... soy yo, tu madre—habia pronunciado la mujer entrando a la habitación, encontrándose al peli café lanzando su corbata hacia la esquina, su saco en el suelo y su cabello desordenado —perdóname haberme ido asi, la cena era importante para ti y padre— se disculpó y por un momento, la mujer vio en los ojos del muchacho a su hijo, no al demonio que lo habia acabado. —esta bien, tu padre esta de un humor horrible, pero yo ya estaba aburriéndome... ¿puedes decirme de que estaban peleando con tu tio?— pregunto sonriente, pero la respuesta hizo que borrara su sonrisa y un gesto de disgusto se plantara en su rostro. —mamá... me gustan los hombres, no las mujeres— dijo viéndola a los ojos, esperaba una sonrisa rígida sí, pero no creyó que en algún momento de su vida aquella mirada seria dirigida hacia él. Si, heeseung pudiese ser un lio completo haciéndose el independiente y rebelde, pero cuando dijo aquello... sus padres dejaron de tomarlo como un hijo.