CAP 13

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El sol comenzaba a iluminar todo el vasto paisaje de Orario, los primeros rayos de sol indicaban el final de aquella pesadilla que todo el mundo habia vivido.

Tan solo habían pasado 2 horas desde el ataque de Evilus que devastó gran parte de la ciudad.

Todo se había calmado, pero varios aventureros aún seguían patrullando. El gremio se encontraba totalmente colapsado por la gran cantidad de ciudadanos que habian perdido su hogar durante el ataque.

Se confirmó la muerte de tan solo 30 aventureros que se encontraban en el teatro, aunque suene cruel fue un alivio que la cifra no aumentará más. Por la rápida intervención de las principales familias y aventureros de primera clase pudieron evitar una muerte masiva.

Sin embargo aquellos que resultaron heridos es diferente, aún no se lograba estimar cuántas personas estaban heridas, pero se esperaba que por lo menos era más de la mitad de Orario.

Valletta y Revisa habían logrado escapar lo cual puso una gran presión de la mayoría de dioses hacía la familia Amaterasu.

Aiko se encontraba en su oficina junto a Mari y Abel, los tres tenían varias vendas en el cuerpo, pero las más notorias eran las de ambas mujeres.

El ambiente entre los ejecutivos de la familia Amaterasu era tenso, ninguno hablaba y se mantenían con una mirada sería.

- Abel ¿Cómo se encuentra Kami-sama? -preguntó la pelirroja cortando el silencio.

El pelinegro volteo a mirarla mientras contestaba. - Se encuentra bien, Sophia la reviso y tiene unos cuantos moretones, pero solo eso.

La mujer dió un largo suspiro mientras se acomodaba en su asintió.

- ¿Y Bell? -preguntó.

- Se encuentra en su habitación, no ha querido salir desde que llegó -esta vez la que habló fue Mari.

- Después de que la mujer con la que estaba peleando escapara, fui a buscar a Bell pero cuando lo encontré él ya estaba tirado en el suelo desangrándose y no había rastro de Valletta por ningún lado -dijo el pelinegro.

- Bell se encuentra bastante afectado psicológicamente, no se que le habrá dicho Valletta, pero al parecer sus traumas volvieron -comentó Mari.

En el rostro de Mari se podía observar una expresión de frustración y enojo - ¡Maldita sea! -expresó su molestia mientras golpeaba su palma contra una mesa. - Nos había costado tanto que Bell superará su pasado para que esa maldita lo vuelva revivir.

Aiko y Abel se quedaron en silencio pero se encontraban igual de molestos que la chica.

- ¿Que dijo Sophia sobre esto? -preguntó Aiko.

- No lo sé, ella reviso el estado de Bell, pero no estoy seguro si está al tanto de la situación -comentó Abel con seriedad.

- De todos modos habrá que avisarle, no podemos dejar que Bell vuelva sufrir el mismo dolor que en el pasado -dijo Mari.

Antes de que siguieran hablando un pequeño alboroto se escuchó fuera de la oficina de Aiko.

- ¡Espera Arthur! -se podía escuchar como la voz de Silvi trataba de detener al chico quien sin previo aviso entro a la habitación con una patada.

El tenía un rostro molesto mientras, Theodore y Silvi se encontraban detrás trataban de detener su avance.

La mirada de todos los ejecutivos se clavo sobre el chico una vez que el camino hasta quedar frente al escritorio de Aiko.

- ¡Tenían un maldito trabajo! ¡Un maldito trabajo! -gritó él con enojó mientras golpeaba con fuerza el escritorio.

La vestimenta de Arthur aún se encontraba llena de sangre y de suciedad, parecía que recién acababa de llegar a la mansión.

Luz cegadoraWhere stories live. Discover now