Luz cegadora

CAP 14

Bell y Amaterasu caminaban con tranquilidad por las extensas calles de Orario. Ambos habían salido hace poco de la mansión y se dirigieron a un pequeño establecimiento que se encontraba cerca del coliseo.

Todos los alrededores se encontraban repletos de personas debido a la Monster Feria. Los ciudadanos paseaban alegres por las calles mientras los vendedores aprovechaban la ocasión para vender todos sus productos.

Un gran ambiente festivo se sentía en todo Orario y no era para menos. La Monster Feria se trataba de  un gran evento anual organizado por la familia Ganesha. Consiste en un espectáculo que se lleva a cabo en el Coliseo en el que los domadores de la Familia Ganesha doman a monstruos de la mazmorra ante una gran multitud que observa impaciente en las gradas.

Tanto Bell como Amaterasu mantenían un ritmo lento en su andar para curiosear con mayor tranquilidad los alrededores. Ninguno tenía prisa en llegar a su destino.

La constante algarabía de los alrededores causaba una sensación de alegría, dándole un aspecto vivo a la ciudad. Parecía como si nunca hubieran sido atacados hace tan solo unas cuantas semanas atrás.

—¿No te parece relajante esto, Bell? —preguntó Amaterasu ganándose la mirada del albino —. Todos parecen estar conviviendo con tranquilidad, sin ninguna preocupación que los aflija.

El albino alzó la mirada justo después de escuchar a Amaterasu.

—Y eso sin contar que hace tan solo unas semanas nos atacaron —comentó él.

—¡Vamos! No seas tan insensible Bell, alégrate un poco —dijo Amaterasu con una sonrisa en el rostro —. No me parece mal que traten de olvidar el ataque de hace unas semanas. Es mejor ver expresiones tranquilas en sus rostros a tener que verlos traumados y con miedo.

El chico asintió ante las palabras de su diosa. No podía negar que tenía razón en lo que decía. Incluso, por un momento recordó las expresiones de las personas durante la llamada "era oscura de Orario".

—Sí, supongo que es mejor así. —dijo en voz alta aunque parecía que lo decía más para sí mismo.

No tardaron mucho tiempo caminando hasta que llegaron a un pequeño establecimiento. Aquel lugar se encontraba totalmente vacío debido a la previa reservación que se había hecho.

Amaterasu camino por delante de Bell ya sabiendo a dónde dirigirse.

—Bell —pronunció ella mientras caminaba hacia unas escaleras. El chico prestó atención a sus palabras —. Ya conoces a Loki así que supongo que no hay problema, pero Freya es un poco problemática, no le dirigas las palabras, ni tampoco la mires directamente a los ojos.

El chico por su parte, no entendió el motivo del porque su diosa decía aquello, pero no quiso cuestionarla y simplemente asintió en respuesta.

Ambos subieron al segundo piso de aquel lugar por unas viejas escaleras de madera que crujían nada más pararse encima de ellas.

En una pequeña mesa al lado de un balcón se podían observar dos siluetas. Una de ellas se encontraba de pie, mientras que la otra descansaba plácidamente al borde de aquella mesa.

—Loki —saludó Amaterasu con una sonrisa al reconocer aquella figura. Ella se acercó junto con Bell y tomó asiento frente a la pelirroja.

—Hasta que llegas, Amaterasu —replicó Loki con molestia en su voz —. Tú y la diosa ninfómana me han hecho esperar durante bastante tiempo.

El apodo de "diosa ninfómana" era un apodo que le había puesto Loki a Freya hacía un par de siglos atrás. Amaterasu ya sabía de aquel apodo y la verdad le causaba bastante gracia, incluso llegando a referirse a Freya de esa manera. Por supuesto que nunca lo hacía en público, pero referirse a ella con aquel apodo era una de las pocas cosas que tenía en común con Loki.