26.

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Rory.

Esperé que lanzara una mierda sobre mi petición de quedarme. Debí consultarlo antes de aceptar la propuesta de Rose; Liam sigue siendo el jefe por encima de nuestro parentesco.

—¿Puedo saber qué pasa? —pregunta luego de un momento. Su mirada continúa en mí, haciendo esa cosa de intimidarme aunque sé que no lo quiere. Viene con el combo de ser jefe.

—Rose. Quiere tratar. Y anoche nos besamos como dos chiquillos en el cine y…

¿Qué más queda por decir?

Espero su burla. Que me haga pasar un mal rato por todas las veces que lo jodí con el tema de Billie. Pero Liam solo asiente en medio de un suspiro pesado.

—Habla con Nash. Que lleve la menor cantidad de personal. No quiero alertar a nadie.

Lo miro asombrado, sin embargo, él agacha la cabeza para leer unos papeles; posibles facturas que se acumularon durante los días pasados. Lo observo con tanta atención que levanta la cabeza de golpe, como si hubiera olvidado que estaba aquí.

—¿Qué? ¿Hay más?

Niego despacio, aparentando calma, pero mi rodilla se balancea de un lado a otro y mi corazón no ha dejado de latir raro durante el día. Estoy ansioso, estoy como ido, pero no tengo idea de qué significa.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —Liam vuelve a enfocar su mirada en mí y levanta una ceja, demostrando que está escuchando—. ¿Cómo sabes cuando estás enamorado?

Yo no lo sé. Nunca me he enamorado. Incluso creí que no tenía la capacidad de amar si no era a mi familia.

Titubea. Descubro que él tampoco sabe cómo explicarlo.

—¿Crees que estás enamorado? —sigo esperando la burla, pero su pregunta me demuestra que está interesado.

—No lo sé. Creí que tú tendrías una idea. Desde que empezó este compromiso no he tocado a una prostituta. Sé que le debo respeto. Pero, hermano, tengo las pelotas a reventar. Quiero coger, y creo que ella está bajando la guardia. Pero ¿y si quiere esperar al amor para tener sexo?

—¿Te preocupa esperar hasta que esté lista? ¿O que nunca te ame?

Lo pienso por un segundo porque incluso yo sé que no significa lo mismo. Quiero coger, por supuesto que sí. Desde el día en que la vi con esa actitud de que el mundo era suyo supe que me gustaba. Pero tampoco quiero darle una cogida mediocre. Y también me gustaría saber lo que es el amor. Esa cosa que tiene Liam con Billie, que hace que él soporte a ese engendro pequeño y malvado.

—Ambas cosas, creo —acepto en un susurro muy bajo. Con miedo de escucharlo de mis propios labios. Verme vulnerable, sentirme de esa forma, me incomoda en alguna medida. No fui educado para ser un romántico, planear niños y soñar con llegar a anciano sentado debajo de un arbusto frondoso.

Sonríe muy poco, apenas levantando la esquina de su boca. No es burla, pero hay un destello raro en sus ojos, como si supiera que la respuesta la tengo justo enfrente de mí, pero aún no la encuentro.

—No te preocupes por eso, hermano. El amor llegará cuando tenga que llegar. Disfruta del proceso. No tienen que estar enamorados para coger. Diviértete —aconseja, pero no me mira mientras habla, sino que ha vuelto con sus papeles. Sin embargo, la maldita esquina de su labio sigue curvada.

—No estás siendo de ayuda. Sabes cómo me divertía antes de estar casado…

Tríos y a veces más de cuatro chicas. Cogidas en lugares creativos, juguetes sexuales, por el culo, sin sentimientos. No es algo que pueda hacer con Rose.

—No ese tipo de diversión, Rory. Sé abierto. Ve lento. Toca su piel. «Siente» —instruye, haciendo comillas al final—. Tienes la oportunidad de explorar un terreno nuevo. Encaja al Rory juguetón con el tipo casado. No creo que ella vea mal un poco de diversión en el sexo.

Froto mi barbilla mientras escucho, tratando de darle sentido a lo que dice. —Entonces, todo se reduce a ser yo, pero menos agresivo, ¿es así?

Asiente, todavía con la maldita sonrisa curvada.

—Ahora basta de cursilería sexual. Ve con Nash. Pon en marcha la agenda. Para los demás, él está arreglando unos asuntos en Washington. ¿Estamos? Quiero que sorprendan a Elijah. Que no espere su llegada. Veremos si él no sabía que en Boston había un maldito hijo de puta obsesionado con la mujer de Hades.

Tenemos una sede en Boston. Nada muy llamativo como la operación que manejamos aquí; nos encargamos de mover droga de la buena, de protección a políticos que no son tan santos. Elijah es el encargado de esa sección. Trabaja para nosotros desde que Liam asumió el trono. Tenía que mantenernos informados de lo que pasaba en Boston, y hasta ahora no vimos nada que nos hiciera sospechar. Pero Liam tiene razón: ¿cómo no supo que Logan quería a Billie? ¿Que se planeaba un golpe para el día de mi boda? Elijah podría ser nuestro topo. ¿Cuántos más de esa sede responden a él? ¿Cuántos están ajenos a la traición de Elijah?

Herederos de sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora