Capítulo 32: Los padres de Seigaku ¡El club entra en crisis!

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– ¿Has visto a Momo-chan? –le preguntó la peliazul a su compañero durante el almuerzo, estaban en el casino.

– Fsshh... ¿Por qué tendría que hacerlo? –repuso Kaidou algo fastidiado.

– Creí que eran amigos –siguió ella con calma y sonriente.

– Yo no soy amigo de ese idiota –pero recorrió el lugar con la mirada y volvió a comer.

– Igual estás preocupado, Kaoru-san... Eres muy tierno –sonrió encantada haciendo sonrojar al chico que siseó molesto. Ella ensanchó su sonrisa entre burlona y enternecida.

Momo no había aparecido en las prácticas los últimos días tampoco, todos estaban preocupados y su ausencia se sentía cada vez más.


– Momo-chan tampoco está en la tienda –comentó Suwabe llegando con un par de sándwiches extras a la azotea con el resto de su equipo.

– Debe estar muy deprimido... Perder la titularidad así es muy difícil –coincidió Naegino, desenvolviendo su bento.

– A todo esto, ¿cuándo vuelve Yuki-chan? –siguió Matsura preocupada también por su compañera.

– Mañana. El médico le dio reposo estos días, aunque sigue un poco conmocionada –respondió Tomoe llevándose un bocado de comida a la boca con lentitud, la había ido a visitar el día anterior.

– Tenemos que hablar con Sakurano, mientras antes resolvamos el asunto con ella, mejor –añadió Fujiwara, también estaba preocupada por ese asunto.

El resto del almuerzo lo pasaron hablando sobre los partidos de exhibición, Tomoe estaba emocionada por las alineaciones que se le habían ocurrido y ya lo habían conversado con la entrenadora, ahora tenían que comentárselo al entrenador también. Por lo menos, las cosas iban bien entre ellos hasta ahora porque ya casi no tenían que fingir delante del resto porque la relación se había dado de forma natural con él, aunque en casa se trataban cómo los típicos hermanos que no se soportaban. Habían logrado mantener un equilibrio, estaban satisfechos con eso.


Las clases de la tarde transcurrieron con normalidad, pero apenas sonó el timbre, Momo tomó sus cosas y se fue. Nadie lo vio, él mismo se aseguró de eso.


En la práctica, las chicas se reunieron en las canchas del club masculino como siempre. Estaban formados esperando las instrucciones de los entrenadores, ellos ya habían tenido una reunión para coordinar las parejas, solo tenían dos semanas para los partidos de exhibición y tenían que fijar las duplas lo antes posible.

– ¡Bien! Vamos a tener partidos mixtos ahora, tenemos que trabajar la coordinación y el trabajo en equipo. Vamos a calentar un poco corriendo alrededor de las canchas y comenzaremos con los enfrentamientos ¿está claro?

– ¡Hai!

– Debemos superar nuestro récord, así que los que tarden más de 50 segundos en dar una vuelta, tendrán que beber mi renovado jugo Deluxe Mezcla Especial de Inui –mostró a todos una jarra de un curioso líquido violeta, todos tragaron aterrados.

– ¿No vas a dejar de preparar esas cosas aunque seas titular otra vez? –se animó a preguntar Kisarazu asqueada, los demás la respaldaron con la mirada.

– Claro que no, puedo complementar muy bien el entrenamiento con la fabricación de mis jugos... Es bueno para la salud –un brillo malicioso se reflejó en sus lentes, nadie creyó una palabra de lo último que dijo.

– ¡Bien! ¡Que los titulares comiencen a correr! –ordenó la entrenadora Ryuzaki y todos se apresuraron a salir de la cancha y empezar la carrera.

Yudan sezu ni Ikou!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora