Capítulo 39: ¡Cambio en el equipo! Vamos a enfrentar el Torneo de Kantou

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Al día siguiente, Tezuka se encontró con Matsura en el pasillo y conversaron brevemente antes de que él ingresara de nuevo a su salón después de entregarle una nota. Eso no pasó desapercibido para la capitana del club femenino y se acercó a él para preguntar qué pasaba.

– Son solo algunos apuntes para la clase de Historia, me pidió ayuda ayer –contestó con calma y despreocupadamente, la chica lo miró recelosa.

– Se volvieron muy cercanos desde que se te declaró –acusó ella sin disimular su malestar.

– ¿Estás celosa? –levantó la mirada para verla directamente, Tomoe arrugó la frente.

– ¿Debería? –preguntó de vuelta, cruzándose de brazos y mirándolo desafiante.

– Claro que no. Sabe que me gustas tú y aseguró que no interferiría pero –hizo una pausa mientras leía unas líneas de su cuaderno y se distrajo con eso.

– ¿Pero? -insistió la capitana, la ceja le temblaba de irritación.

– Estuvimos hablando y recordamos que estudiamos juntos en primaria, solo eso –finalizó él volviendo a mirarla serio. Tomoe seguía con el ceño fruncido.

– Mm... Qué conveniente –descruzó los brazos y mantuvieron el contacto visual. Tezuka esbozó una leve sonrisa mientras terminaba de ordenar las cosas sobre su escritorio.

– No te pongas así, Tomoe –siguió él, aunque esta vez sonó a regaño. Ella ignoró por completo que la llamara por su nombre, de repente todo esto le cayó muy mal.

– No juegues conmigo, Tezuka –advirtió seriamente.

– Claro que no –intercambiaron una última mirada, ella chistó y volvió a su lugar cuando vieron entrar al maestro.

– Bien, chicos. Recuerden que ahora tenemos el control de Historia pero será en parejas, así que ubíquense con su compañero de preferencia –anunció el hombre al tomar su lugar frente a la clase.

Pronto el salón se alborotó con todos juntándose y acomodando sus lugares, Tomoe hizo contacto visual con su amiga de siempre pero se percató que Tezuka se había acercado a ella con la intención de hacer el examen en conjunto.

– Nunca haces pareja conmigo en los trabajos –comentó extrañada viendo cómo él acomodaba el escritorio frente al suyo.

– Me pareció correcto reforzar nuestra relación –repuso Tezuka con calma, ella lo quedó mirando boquiabierta.

– Con que relación, eh... –Tomoe sonrió divertida disimulando lo ilusionada que estaba por eso, incluso aunque él lo dijera con esa expresión seria.

– ¿No te parece bien? –increpó de vuelta, frunciendo el ceño confundido sin comprender por qué a ella le había causado tanta gracia.

– Me parece estupendo, Tezuka-kun... Me gusta cuando tomas la iniciativa –apoyó el mentón en la mano despreocupadamente sin quitarle la vista de encima y le guiñó coqueta. Sonrió aún más al ver cómo él se sonrojaba.

– Empecemos –pidió luego de carraspear para disimular la repentina timidez, Tomoe siempre lo sorprendía desprevenido.

– Okay~

Dejando de lado su pequeña e íntima interacción, se concentraron en el examen. Era sobre el período Edo[1] y cómo afectó comercialmente el desarrollo del país nipón. Ambos habían estudiado durante el fin de semana, a Tomoe le gustaba mucho la historia de su país aunque no siempre comprendía los hechos desde el punto de vista que le exigía el maestro y confundía fechas ¡pero! Para eso estaba Tezuka, esa era una de las mejores asignaturas del capitán, así que la calificación no les preocupaba en absoluto.

Yudan sezu ni Ikou!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora