Consideraciones finales.

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Para un joven apasionado y lujurioso, lo escrito en "Vida o filosofía: Primera máscara" es suficiente para volver a la vida misma, y allí moverse astutamente para conseguir lo que desea. Es lo mismo que para el creyente, para él, el sentimiento que le surge al ver una hermosa e inmensa montaña es suficiente para convencerse de la existencia de Dios, en ambos casos se trata de fe, un sentimiento poderoso que les impulsa hacia lo que creen correcto.

Pero debo reconocer que yo estoy profundamente admirado por Hegel, postulo pues, la verdad oculta, esa explicación de los fenómenos más asombrosos de la realidad, y así mismo, de todos ellos en su conjunto, Nietzsche ya enunció su célebre "eterno retorno", esto podría tomarse junto a, por ejemplo, la teoría temporal de Atack On Titan, y notarse la clase de filosofía, que por un lado anhelo, aunque por otro, Hegel, la clase de filosofía que respeto profundamente. Si fuera yo un inmortal, no cabría duda alguna que leería el tiempo que me tomara a Hegel, pero la vida me obliga a apoyarme en Schopenhauer, Kierkegaard y Nietzsche, de esta forma, el presente escrito no sólo revela los sentimientos de un joven seductor, sino también, de mí mismo, en parte, confío en estos "juveniles" argumentos, y lo hago para calmar mi pena, pues sé que lamentablemente no podré leer a Hegel, al menos, tal como quisiera.

Vida o filosofía. Primera máscara.Where stories live. Discover now