Capítulo 16: Mírame y despierta.

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En el momento en el que el cuerpo de Janeth tocó el suelo, el pánico invadió el salón donde se llevaba a cabo el debut, un grito de pánico se escuchó por parte de Amelie ante el miedo que le provocaba el ver a la princesa en dicho estado; todo terminó abruptamente, la música fue cortada de raíz y los invitados hicieron espacio al ver como la primera princesa se acercaba velozmente hacia donde su hermana se acercaba; fue ella quien hizo el anuncio al sostener el cuerpo de Janeth, observando como aquel hermoso vestido ahora había sido manchado de sangre.

El caos reinaba en la sala, puesto que la posibilidad de que hubiera un asesino entre ellos era alta. Por ello las puertas fueron cerradas, después de todo habían servido hace poco el vino. Con aquellos datos en mente, Ariana tomó en brazos a su hermana, quien parecía haber perdido la consciencia, deseaba usar sus poderes para poder sanarla, pero desconocía el origen del veneno, por lo que podría ser contraproducente. La cuarta concubina observaba con terror la escena, bajó desde su asiento hacia dicha zona mientras resistía sus obvias ganas de llorar, la pesadilla de aquella noche aún seguía fresca en sus retinas. 

Antes de que ella pudiera llegar y "estorbar", propio pensamiento de Ariana, decidió que era mejor llevarla a su habitación y brindarle tanta agua como fuera posible, si no era posible curarla, lo mejor era intentar hacer que su cuerpo vomitara el veneno naturalmente hasta encontrar el origen del veneno. 

Bávilo, a pesar de aún estar en shock por la escena, decidió que no era el momento de permitir que la gente causara un pánico masivo que podría terminar con la huida de quien había brindado el veneno al vino, por lo que se acercó a Ariana antes de que esta se marchara.

"Están muy alterados, me encargaré yo de encontrar a quien ocasionó esto; tú lleva a Janeth a su habitación; evita que alguien más pueda salir."

"... Bien, pero mis joyas te ayudarán, el vino fue entregado hace poco; por lo que gran parte de los meseros están aquí." 

Con el plan creado, Ariana le pidió a sus "joyas" encargarse de ayudar a buscar a la persona que había traído el veneno y verificar si las demás bebidas no habían sido envenenadas; la orden fue acatada mientras que el emperador se encargaba de tranquilizar a la gente y ayudar a su emperatriz y concubinas a retirarse hacia sus aposentos, objetivo que se vio obstaculizado por la cuarta concubina, quien deseaba ir tras su hija; el emperador personalmente se encargó de convencerla de dejar aquello en las manos del médico imperial, que si ella iba solo podría terminar alterando más el "problema". 
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En aquel estado de inconsciencia, una vez que Janeth abrió sus ojos, se vio rodeada de paredes blancas y brillantes, además de un cierta neblina y el absoluto silencio de la soledad; desconocía donde se encontraba.

¿Había fallecido realmente? Quizá se había confiado demasiado otra vez, sus memorias podrían haberle jugado una mala broma.

Tenía que hallar una manera de despertar, por lo que comenzó a probar los límites de aquel extraño lugar, caminando hacia lo que pensaba, era el norte.

Caminó por un par de minutos, aprovechando el silencio para olvidar el dolor que el veneno le provocó a su garganta; dejando aquello de lado, se encontraba orgullosa del resultado del debut; si bien la menor de las Rosebud había aún intentado tomar aquel vino, esta vez había notado que Bávilo no era lo que ella pensaba, o eso deseaba; además de que ahora su hermana mayor estaba consciente de la situación mental de aquella que intentó tomar su propia vida.

Sonrió un poco para sí misma antes de sentir un aroma en particular: su té preferido, además de un tenue aroma a perfume. Guiada por su olfato, caminó con cada vez más rapidez hacia la raíz de aquel aroma, encontrándose con una pequeña fiesta de té en la neblina.

𝗥𝗼𝘆𝗮𝗹 𝗞𝗮𝗿𝗺𝗮 | Las joyas de la princesaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt