𝗥𝗼𝘆𝗮𝗹 𝗞𝗮𝗿𝗺𝗮 | Las joyas de la princesa

Capítulo 20: Escúchala.

Tras su visita a Darhan, además de un necesitado descanso entre viajes, la delegación de Arbezela guiada por las dos princesas se dirigía hacia su siguiente destino: Galdeon, el reino al norte del continente, conocido por ser la tierra del viento y su creciente economía gracias a las inversiones de su rey. La región había captado la atención de la princesa mayor debido a los rumores sobre un hombre sádicamente hermoso que era imposible de olvidar. 

Ariana se habría entretenido en sus fantasías de no ser por que su hermana estaba presente, por lo que aprovechó en preguntar de manera casual.

"¿Y bien? ¿Qué piensas hasta ahora?"

"¿Eh?"

Ariana preguntó en el silencio del carruaje, había "solicitado" viajar al lado de Janeth (Más bien, ingresó al carruaje y dijo que deseaba viajar con su hermana menor, por lo que los demás tuvieron que transportarse en otro carruaje) con el simple propósito de hablar con ella, puesto a que no habían tenido varias actividades juntas fuera del ámbito político.

"Sobre todo de ser una princesa, Jane~ Es divertido, ¿no?"

"Supongo... Es entretenido conocer lugares nuevos."

"¿Alguien ya te llamó la atención?" 

Janeth ladeó su cabeza hacia un costado, un símbolo de su confusión; Ariana suspiró antes de tomarla de los hombros y agitarla de atrás hacia adelante, la menor se marearía rápidamente mientras escuchaba los reclamos de su hermana. La mayor no podía creer que después de todo este tiempo aún mantuviera el mismo nivel de confusión que cuando ingresó por primera vez al palacio.

"Padre está considerando tu compromiso, ¡DEBES APROVECHAR QUE AÚN SIGUES SOLTERA, TONTA!"

"¡Creí que aún lo estaba considerando!"

"¡¡Confiar en las promesas de un hombre es un error, Jane!! SOBRETODO si ese hombre es papá."

Dejando de agitar a su ahora mareada hermana, Ariana rodó los ojos antes de cruzarse de brazos, lucía ligeramente estresada al ver la poca preocupación de su hermana por el futuro compromiso arreglado, pero aún mantenía las esperanzas.

"¿No encontraste a alguien atractivo? ¿Nadie te dejó pensando más de lo debido? ¿NADIE? Vamos.. cualquiera siente al menos un poco de atracción.."

Janeth realmente no lo había considerado, puesto a que se encontraba muy ocupada con lo que la rodeaba, era demasiada información por procesar; y aún si hubiera visto a alguien "interesante" ... no se sentía preparada aún como para permitirse sentir ese tipo de cariño. Las heridas en su corazón aún no habían sanado completamente, sobretodo después de lo sucedido en el debut cuando bailó con aquel traidor. 

Lo odiaba. Odiaba haber tenido que estar cerca suyo, y haber escuchado su voz una vez más dirigirse hacia ella con ese característico tono coqueto.

Odiaba como se veía tan galante como parte de sus memorias lo recordaban, odiaba ese conflicto de sentimientos dentro de ella, y la añoranza que su corazón creó intentando engañarla con que podría ahora no cometer el error de no aclarar sus sentimientos en su momento.

Le daban arcadas de solo pensarlo, era adrenalina lo suficientemente fuerte como para que ella fuera capaz de beber el veneno sin temor.

Pensar que su corazón podría pasar por lo mismo si bajaba la guardia era suficiente motivo como para callar cualquier sentimiento que pudiera surgir en el instante, no iba a arriesgar su vida por el amor de alguien otra vez.

Pero, obviamente, no iba a responder con esa razón.

Se tomó unos segundos para responder apropiadamente con una sonrisa neutral al tomar las manos de su hermana, quien se giró a verla con un suspiro; por unos segundos Janeth notó una ligera preocupación en los ojos de su hermana, una emoción genuina que sorprendió a la princesa menor. ¿Estaba preocupada?