16.- Que hable ahora o calle para siempre.

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Mi vida estaba completamente arruinada y lo que es peor aún es que no podía hacer nada para evitar que se siguiera arruinando.

Grité lo más fuerte que pude, desahogándome, me tiré al suelo llorando y jalando mis cabellos de la desesperación, es que no podía creer que esto estaba pasando, tan pronto, una parte de mi deseaba que los chicos llegaran rápido pero otra parte no quería por miedo que algo les pasará.

Busqué el teléfono en mi bolsillo rápidamente y el maldito de mierda se había apagado, en buen momento lo hizo.

Camine resignada al baño con un poco de lagrimas cayendo por mis mejillas, de mi maleta saque ropa interior y un arma, si llevaba un arma, no soy tan tonta como para venir sin nada. Me dirigí al baño del cuarto y me di una ducha con agua fría para que se me quitara la furia que sentía, aun que el agua fría no aminoro la furia, en cuanto salí me seque y puse mi ropa interior, tomé el arma y la puse en mi pierna con un soporte para ello que había comprado días atrás cuando me enteré que James estaba en la ciudad.

Me puse el vestido aun que me costo un poco de trabajo, acomode el arma de forma que no se viera que la cargaba y salí del baño aún sin poder ajustar de trasera el vestido.

Puto vestido.

Puta boda.

Puto James.

Me percaté que estaba siendo observada por dos señoritas como de mi edad con uniforme de mucama, eran bonitas y parecidas, se podría decir que eran hermanas.

- Señorita Parker, déjeme le ayudo - Dijo una de las mucamas.

¿Y ella como mierda sabía mi nombre?

Ambas me ayudaron con el vestido, ajustándolo exactamente para que yo quedase derecha y sin respirar, me pusieron en una silla y una de ellas comenzó a maquillarme mientras la otra peinaba mi cabellera castaña, ninguna hablaba ni mucho menos me miraban a los ojos.

Me mantuve en silencio, si se encontraban en esta casa era por que sabían en que se metían así que supuse también eran malas personas, más me valía no decir ni una palabra, al menos no palabras que me llevaran a mi propia tumba.

Las mucamas se fueron y quede sola en aquel cuarto grande, me mire al espejo que había frente de mi, esta no era boda con la que había soñado, no iba a casarme con la persona que amaba, este no era un cuento de hadas, esta era la puta realidad y dolía.

No se cuanto tiempo he de ver pasado mirando mi reflejo en el espejo pero sabía que había un largo tiempo ya que el maquillaje se había escurrido un poco por mis lagrimas, me limpié rápidamente quedando como si nada hubiese pasado.

Tocaron a la puerta y me sobresalte, volvieron a tocas así que me puse los tacones que las mucamas habían dejado y fui a abrir la puerta, me encontré con un Steve de traje, se veía realmente guapo pero eso no le impedía ser un imbécil.

- Que guapa esta la novia - Dijo mirándome de pies a cabeza.

- Cállate idiota - Espeté furiosa.

- Pero el humor no te cambia maldita - Suspiro - Siempre supe que este momento llegaría, más vale te comportes bien, en estos momentos iremos a donde esta James, al altar, no intentes hacer nada para huir, te conviene quedarte tranquila.

Asentí sin mirarlo y él tomo de mi brazo bruscamente haciendo que avanzará hacia él y me encaminara por el pasillo, bajamos las escaleras, el olor y el humo se habían esfumado, ahora se podía ver todo más claro , era una casa sumamente bonita, caminamos hasta llegar a la puerta donde nos detuvimos.

- ¿Por qué nos detenemos? - Pregunté incrédula aún que realmente no es que ansiara llegar a donde estuviese James.

- Aun no ponen la música, de aquí salimos directo a tu casamiento.

Oh claro, no sabía en que mierda estaba metida ahora, esto si que era un lío grande y los chicos no llegaban. La música empezó a sonar, la típica música estúpida de una boda.

- Vamos - Hablo Steve jaloaneandome una vez más para que yo caminara.

Camine cuando él abrió la puerta y me di cuenta que habían muchas personas con trajes elegantes y vestidos caros viendo mi entrada, viéndome a mi, me puse más nerviosa de lo que estaba, sentía un terrible nudo en la garganta, estaba a unos pasos de arruinar aún más mi vida.

Llegue a donde estaba James mientras el con su traje caro me sonreía, yo me limite a quedar seria, esto no me estaba gustando.

Él padre quien empezó a dar la ceremonia no dejaba de hablar y eso para mi en estos momentos era perfecto, necesitaba que alguien llegase en estos momentos, pero aunque miraba a mi alrededor no veía nadie, trate de estar bien, me di cuenta que habían demasiados guardias, no podría salir de esta.

- Si alguien no esta de acuerdo con este matrimonio que hable ahora o calle para siempre... - Dijo el padre mirando a todos lados.

Mierda.

Josh POV.

Por alguna extraña razón sentía un nudo en mi garganta aún más fuerte que hace algunos momentos cuando estábamos en el coche, ahora estábamos cada quien posicionados en un lugar, obviamente yo estaba con Hanna, nos dimos cuenta que mucha gente entraba a la casa y necesitábamos cubrirnos cada vez más para que no nos vieran.

- Pero que mierda hay aquí ¿Una fiesta? - Menciono Hanna al ver a tanta gente entrar a aquella casa.

Me encogí de hombros, sea lo que fuera no me daba buena espina.

- Vamos a rodear la casa, entraremos por la puerta trasera - Dije haciendo que Hanna siguiera por el pasto.

- Menos mal que no traje botas con tacones, sino ya me hubiera caído - Hablo quejandose.

Nos estábamos arrastrando por el paso, hasta yo si fuera mujer estoy seguro que me estaría quejando pero en estos momentos nada me importaba, sólo quería encontrar al amor de mi vida que se encontraba en esa casa o tal vez no...

Me quede quiero al ver a tantas personas reunidas y sentadas pacientemente en el patio trasero, este estaba decorado de blanco y rosa, era una boda, en frente de todas las personas habían dos personas más, una vestida con un traje azul y otra con un vestido que se ajustaba perfectamente a sus curvas, eran James y Mare.

No este maldito no podía hacer esto.

Hanna se percato de lo que estaba mirando y abrió los ojos en grande, ella tampoco se lo podía creer.

- Tengo que ir - Dije a Hanna - Cubre mis espaldas.

- No, no seas idiota, mira cuantos guardias hay - Me señalo a todos con la mirada - Hablaré con los chicos para que se acerquen y cuando estén listos me llamas.

- Una mierda, Hanna.

Y dicho eso me levanté del pasto haciendo que todos volteasen a mi y Hanna gruñera, nadie la vía y ella siguió ahí, hablando con los demás por el pequeño micrófono, sólo esperaba que todos llegaran a tiempo.

- Yo me opongo a esta boda - Y la castaña me miro, en sus ojos se veía un brillo peculiar.

Ella sabía que había llegado en el momento indicado.

***

holaaaaaa, bien sólo quería decirles que quizá mañana acabe todo esto! Si, como lo leyeron, MAÑANA :(

Me duele saber que estoy acabando con esto ya que prácticamente es mi primer novela.

PERO EN FINNNNNN.

En multimedia Mare.

Adiossssss, Ale:).




Un problema más.Where stories live. Discover now