GANAS DE TI - GAVI (+18)

5- Revancha

Salimos de la habitación, encontrándonos con Eric y Javi en el pasillo. El primero nos miró confuso, pero nos saludamos y bajamos hacia el salón.

Allí estaban Pedri y Gala acompañados de Ansu y Marc jugando al futbolín.

- ¿Cómo vais? - dije acercándome a ellos.

- Perdiendo, Pedri es malísimo - dijo mi amiga, ganándose una mala mirada del canario.

- No para una - dijo él.

- Quien gane contra Ona y yo - dijo Eric.

Todos asintieron y obviamente perdieron Pedri y Ona, así que yo me coloqué delante y Eric de portero, tenía a Ansu en frente, y Marc a Eric.

Notaba la mirada de Gavi encima de mí y eso me hizo dar un golpe de muñeca y marcarle a Ansu el primer gol.

- ¡VAMOS! - grité, chocando las manos con Eric.

Acabamos quedando 6-4, ganando nosotros.

- El mejor equipo - dijo Eric abrazándome.

- No celebréis tanto, que nos toca a nosotros - dijo Gavi.

Se colocó enfrente de mí, con Javi de compañero.

- Mi hermano es malísimo, no tenéis nada que hacer - rió Eric.

Vi como a Gavi se le tensó la mandíbula, sabía que no estaba acostumbrado a perder y que era muy competitivo, y aquí no iba a ser menos.

El partido empezó con de nuevo un gol mío.

Le marqué a Gavi, y eso hirió más aún su orgullo.

- ¡Gavi tío! - se quejó Gavi - esa era fácil de parar.

- Me he desconcentrado - dijo él, sin apartar la vista de mi.

He de decir que me tensé un poco.

Y eso él lo aprovechó, metiendo la pelota desde su portería.

Puso su jodida sonrisa de lado, y me piqué.

El siguiente fue mío. Y el otro. El otro suyo de nuevo.

Acabamos 5-5.

- ¿Desempate? - dijo Eric.

- Sí, pero al billar - dijo Javi.

- En el billar soy malísima - me quejé.

- Y en el futbolín - susurró Gavi.

Pero me enteré.

- Pues te has comido 4 goles - dije de la misma manera, guiñándole el ojo.

Volvió a tensar su mandíbula y me fijé en lo atractivo que era cuando hacía eso.

- Venga va, yo te ayudo, vamos a ganarles - aseguró Eric.

La partida comenzó y cuando me tocó a mí tirar Eric se colocó detrás de mí. Pegó su cuerpo al mío y noté como el calor subió por todo mi cuerpo.

Cuando tiré conseguí darle a la bola blanca y meter una.

- ¡BIEN! - dije sonriendo.

- Bien es lo que se te da todo - murmuró Eric en mi oreja.

El calor volvió a mi.

Continuamos jugando y finalmente ganamos, ya que Eric metió la bola negra en el agujero correspondiente.

- Invencibles Onita - dijo abrazándome.

- Luego te lo recompenso - susurré.

Noté como su mirada oscureció y supe que si él pudiese me quitaría los pantalones y el top ahora mismo. Y era lo que me tenía tan enganchada, las ganas que tenía siempre de mi.