GANAS DE TI - GAVI (+18)

30- Sánchez Pizjuán

- Gavi no cierra - me quejé sentándome encima de la maleta.

Los chicos jugaban hoy contra el Sevilla, y mi novio y yo íbamos a aprovechar para quedarnos el finde entero y conocer todo su entorno.

Yo me moría de vergüenza.

- Normal amor, nos vamos 4 días, no un mes - rió.

Rodé los ojos y saqué un par de jerseys que metí por si hacía frío, y tras él decirme que hacía bastante más calor que aquí decidí no llevarlos.

- ¿Lista rubia? - dijo estirando su mano para dármela.
- Lista - sonreí, dándole un pico.

Eran las 9 de la mañana, y habíamos quedado a y media con todos en la ciudad deportiva para ir en el mismo avión que todos los del equipo.

Gala y Sira venían también.

Ellos jugaban a las 9 de la noche, así que comeríamos por ahí y luego iríamos al estadio, y ellos volverían a Barcelona al terminar.

Nos montamos todos en el avión y cada uno se puso a hacer algo diferente. Mi novio a dormir, para variar.

Fermín estaba delante y opté por molestarlo un poco.

- ¿Qué haces? - pregunté asomando la cabeza por ambos asientos.
- Ver una peli - dijo señalando.
- Me apunto.
- ¿Ya se ha dormido gruñón?
- Sí - resoplé - y no llames así a mi niño.
- Y ni llimis isi i mi niñi - dijo imitando mi voz.
- Idiota.
- Vente anda, que solo lleva 5 minutos - rió.

Me senté delante con él y le volvió a dar al play.

Fermín y yo habíamos cogido mucha confianza, se había convertido en el ojito derecho de Gavi desde que entró en el primer equipo, ya que se conocían desde niños.

A mí me caía genial, siempre sabía cómo sacarme una risa y juntos éramos los que más sacábamos de quicio a Gavi, y eso me encantaba. Se había convertido en un hermano pequeño para mí.

Cuando terminamos la película tan solo quedaban 15 minutos para aterrizar.

- ¿Nerviosa por conocer a la familia de Gavi? - me preguntó.
- A ver, realmente los conocí en el mundial.
- Bueno, pero ahora sois novios - rió.
- Ya pero se veían muy buenos, seguro que me llevo genial con ellos.
- Son los mejores - aseguró.

A través de los altavoces se escuchó que estábamos a punto de aterrizar, así que volví a mi asiento y desperté a mi novio.

- Pablito - murmuré.

Soltó un murmullo indescifrable junto con un gruñido y casi me muero de amor.

Ferrán pasó por el lado y le dió con un pañuelo en la oreja, haciendo que se despertase de golpe.

- ¡ME CAGO EN TU...
- ¡Gavi! - gritó mi padre.
- Perdón - dijo cruzándose de brazos.

Yo me reía a carcajadas y Ferrán corría muriéndose de risa también.

- Qué graciosos - se quejó.
- Amor yo te había intentado despertar con amor - reí.
- Estaba soñando contigo.
- ¿El qué? - pregunté inocente.
- Que te volvía a follar en los vestuarios, pero esta vez en los de Sánchez Pizjuán.
- Pablo por dios - dije tímida.

Ahora fue él el que soltó una carcajada y yo le di un golpe en el brazo.

Bajamos del avión y el aeropuerto estaba llenito de fans, todos pidiendo autógrafos y fotos como locos.

Los de seguridad hicieron hueco y por fin llegamos al autobús que le habían proporcionado al equipo.

Subimos y llegamos al estadio, mientras Gavi hablaba con su madre de sitios que hubiese cerca de aquí para comer antes.