Capitulo 8

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La vida era tan rara, tan injusta o la que lo veía así era yo. Creí que podría soñar con un sueño de una familia no perfecta pero si tener su apoyo. Qué estúpida me vi idealizando que Christopher Pethersen, acepte formar una familia y seamos más que un simple contrato, eso era para él. Me enamore como una idiota, sabía que no debía entregarme así, sin saber que siente el por mi. Sus palabras duelen, duelen tanto que no sé qué hacer.

—Dime la amas Christopher, has pensado que ella quizás quiera tener hijos —Exclama Belén.

—Me gusta, me agrada su compañía, es única. Sabes que no quiero tener hijos. No está en mis planes —Exclama Christopher.

Christopher
—Ana avísame si sabes algo— Exclama Christopher cortando la llamada. Eran las cinco de la tarde, nadie sabía nada de Dulce. Pensó que iría a la oficina para almorzar con él pero no apareció, tiene el móvil apagado. Christopher no entiende que pasa porque desaparece así. La voz de Paula hace que se gire.

—Me acaba de llamar el jefe de seguridad llegó a la empresa a las 12:55 y salió a las 14:00hs. No habrán discutído— Christopher le interrumpe.

—¿Estuvo en la oficina? Ni siquiera la vi Paula, no discutimos no hay motivos — Exclama Christopher pasándose la mano por el cabello y se sienta. Paula lo mira fijamente suspira y va para la cocina a preparar café.

—Dulce, llevo llamandote toda la tarde, responde por favor —Exclama Christopher dejando otro mensaje de vos, el móvil de Dulce sigue apagado.

Christopher se recuesta en el sofá, cierra los ojos, cuando escucha abrirse la puerta. Abre los ojos y su mirada se cruza con la de Dulce, que tiene los ojos rojos, Christopher da un salto y llega hasta ella.
—¿Estás bien Dulce? —Pregunta Christopher mirándola de arriba a abajo. Dulce solo asiente, la abraza Dulce duda pero termina abrazandolo. El grito de Paula hace que se separen.

—Dios mio, Dul niña estas bien —Exclama Paula abrazandola, Dulce la abraza se quedan así unos segundos, Dulce suspira y se separa de Paula.

—Estoy bien, me quede sin batería. Necesitaba pensar, me daré una ducha —Dice Dulce sonríendo a medias y va para su habitación. Tanto Christopher y Paula se miran entre sí.

—Me imagino que tendrá que hablar, me voy. Le avisaré a Ana que esta aquí. La cuidas Pethersen —Exclama Paula y toma su bolso saliendo del chalet, Christopher niega con la cabeza acompaña a Paula hasta la puerta, la cierra y va hasta la habitación que era para Dulce, al entrar Dulce estaba vistiendose, estaba en culote y una camiseta de tirantes. Christopher se acerca a ella.

—Dulce —Dulce no le deja hablar, y lo besa, Christopher le corresponde el beso. El beso aumenta de sensaciones, Christopher con delicadeza le deposita sobre la cama. Rompen el beso de miran fijamente. Christopher le sube la camiseta a Dulce y se la saca dejandola densuda de cintura para arriba. Dulce se pregunta mentalmente si notará el cambio en sus pechos, las caricias de Christopher no le dejan pensar solo sentir, sentir con el alma y el corazón, su corazón dolido, pero que ama.

—Ahhh, Christopher —Exclama Dulce. Sintiendo como Christopher entra en ella. Esta tan ida, exitada, que no sabe en que momento Christopher le saco su última prenda y se desvistio él.

—Me vuelves loco Dulce, me encanta hacerte mia. Porque eres mia— Exclama Christopher en el oído de Dulce, mientra eleva sus piernas hundiéndose profundamente en ella, da un giro y Dulce se queda en su encima a horjalata, llevando el ritmo, memorizando ese momento, sabiéndolo suyo.

Su estómago ruge, abre los ojos. Luego de hacer el amor porque era lo que ella hacía con el, aunque para Christopher no lo era, se quedaron dormidos. Saca con cuidado el abrazo de Christopher de su cintura. Se da una ducha rápida, mira la hora eran las dos de la mañana, toma algo de la habitación y va a la cocina por algo de comer.

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