Capitulo 9

32 2 0
                                    

—Mi amor, estas muy inquieta— Exclama Dulce acariciando su vientre, en tres días entraba a su séptimo mes de embarazo. Su encuentro con Belén le dejó un poco inquieta, esperaba que en verdad no diga nada. Estos meses en Londres aprendió a sobrellevar lo que siente por Christopher y entender que la vida sigue por ella y su mayor motivo ese ser que crece dentro suyo. Mientas saca un poco de helado de fresa, ni puede dejar de pensar en las palabras de la estúpida de Belén.

—Belén ¿Qué haces aquí? Te hacia con mi hermano y mi sobrino— Belén le interrumpe.

—No soy ese tipo de madre Dulce. ¿Es de Christopher?— Pregunta Belén.

Dulce suspira, apretando la mano de Diego. Sólo las observa sin intervenir en la conversación.
—Si, pero no lo—Belén sonríe y le vuelve a interrumpir.

—Claro que no lo sabe, es mejor que no lo sepa Dulce te aborreceria solo de pensar que te has quedado embarazada. Esta bien sin ti. De hecho es el de siempre. Yo no diré nada no te preocupes—Exclama Belén sonríendo.

—Bien, te lo agradezco— Dice Dulce. Sintiendo dolor, tristeza era evidente que Christopher no sentía nada por ella y ver a Belén le recordaba, que hace unas semanas los vio en la portada de una revista.

—No hay que querída. Te lo digo de frente. Estamos saliendo. Y cuando termine el contrato, oficialmente seré la señora Pethersen. Adiós —Exclama Belén subiendose al automóvil que le esperaba

Christopher
—¿Marta te ha respondido Dulce? —Pregunta Christopher sacando la cabeza desde su oficina para ver a Marta. Quien sonríe.

—Si Christopher, mañana enviará la corrección que pediste— Responde Marta. Christopher vuelve y se sienta en su escritorio. Desde que se fue Dulce, pocas veces le a atendido el móvil. Intentó saber donde estaba, la busco pero nada en ese momento pensó que quizás sea lo mejor. Pero hace días que la sueña, toma su móvil y ve su perfil de Instagram la última foto que subió fue hace casi siete meses. ¿Dónde estás Dulce?, piensa dejando nuevamente su móvil a un lado y volviendo su vista al mapa del edificio que estaban construyendo.

—Madre —Contesta si móvil.

—Hola cariño, ¿vienes a cenar a casa? —Pregunta Elena.

—Tengo mucho trabajo, estamos— Elena le interrumpe.

—Christopher, es importante. Tú padre está furioso, le ha llamado un amigo y le ha dicho que Dulce va vender sus acciones en la empresa —Exclama Elena sería.

—¿Cómo que vender? No me ha dicho, mejor dicho no me dice nada. En una hora estoy en casa —Christopher corta la llamada. Y vuelve a marcar.

—¿Hola Tomás, que tal. Sabes algo de Dulce? —Pregunta Christopher. Tomás y Dulce eran amigos. Quizás él pueda darle información.

—De hecho te iba a llamar. Me ha llegado la demanda de divorcio Christopher —Christopher le interrumpe.

—¿Qué mierda? —Pregunta Christopher. No entendía que estaba pasando.

—Respondiendo a tú pregunta, hablamos poco, se que esta trabajando bien más de eso nada —Exclama Tomás. Dulce le hizo jurar que no le diría a Christopher dónde estaba y menos que estaba embarazada.

—Bien, te veo mañana —Dice Christopher serio y corta la llamada.

¿Dónde estás Dulce y porqué te quieres divorciar antes? No podía ser que se casaría con otro. La voz de Alan le saca de sus pensamientos.

—Tenemos un problema, Christopher. Para hacer los cambios en el plano del campo de golf necesitamos la firma de Dulce— Exclama Alan.

—Genial, se quiere separar, y también necesito de ella—Dice sarcásticamente.

EnseñameWhere stories live. Discover now