apoco si mi pana?

32 6 2
                                    

Evan miraba a maikol durante la hora de clase, le daba curiosidad conocerlo pero el chamaco estaba bien tímido y hasta pena le daba hablar con él.

Por otro lado, maikol sentía que lo miraban por lo que volteó su cabeza un poco viendo directamente a evangelio que seguía viéndolo, el caso es que le dio pena y miro su cuaderno todo apenado muriéndose de vergüenza. No sabia como pero por alguna razón estar cerca de su nuevo vecino le provocaba tantas emociones que no sabía que sentir en esos momentos.

Sonó el timbre indicando que las clases habían terminado, maikol suspiró aliviado creyendo que se libraría de alguna interacción rara de su vecino y el pero estaba tan equivocado.

-¿Vamos juntos a nuestras casas? -Mientras recogía sus cuadernos, su vecino nada pendejo se acercó a él a proponerle eso.

-¿Q-Que? -Maikol estaba todo apenado sin saber que decir, esperaba que alguno de sus lacayos/ amigos llegara a salvarlo pero justo ellos 3 faltaron ese día así que sin opciones, acepto.

Igual si se negaba no serviría de nada pues los dos vivían cerca.

Evan espero a que maikol terminará de recoger sus cuadernos afuera del salón, maikol torpemente salió notando que no había nadie las que ellos dos.

Caminaron afuera del edificio hasta llegar a la salida donde algunos muchachos se quedaban a esperar a que los recogieran o se iban caminando a sus casas, todo dependía de sí vivian cerca de la escuela.

-Me han dicho que es peligroso ir a casa solos -Evangelio hablo ya cuando salieron.

-¿En serio? -Maikol caminaba a paso lento con su vecino.

-Si, mamá me dijo que tuviera cuidado con tipos extraños -Era verdad, Evan no llevaba mucho tiempo viviendo por su barrio, y tan solo llevaba dos días de haber ingresado a su misma escuela.

-Supongo que si... ¿No ibas solo a tu casa antes? -Pregunto por pura curiosidad.

-No, a mamá le preocupa que me secuestren o algo asi... a visto mucho la rosa de Guadalupe -Ahora entendía por qué casi no lo veía, su madre era muy sobreprotectora con el.

-¿Por eso casi ni se te ve? -Dejo de mirar al piso para mirar al de piel pálida que justo había vuelto a mirarlo.

-Si, también es por no soy de salir mucho -Evangelio solo veía como el otro evitaba hacer contacto visual con el de manera torpe.

-¿Por que no? -Maikol lo miraba con una mirada de determinación que no venia al caso, supuso que tal vez quizá dejar de evitar su mirada.

-Solo no me gusta y ya -Dijo, maikol parecía luchar para mantener su contacto visual con el otro- además, no conozco a nadie.

-Pues.. deberías salir más, tal vez así conseguirías amigos -Maikol dejo de luchar y miro para otro lado, esas palabras hicieron pensar a Evan.

-Tu... ¿Tu quieres ser mi amigo? -Paro de caminar cuando ya estaban cerca de sus casas.

-¿Qué? -Maikol se detuvo en seco, queria decir algo sobre lo que estaba pasando pero el otro de la nada lo abrazo.

-No creí que quisieras ser mi amigo pero me alegro mucho de que lo seas -Evan le agradeció por tan poca cosa como su amistad.

Durante el corto trayecto a la casa de su vecino no hablaron, ya llegó cuando lo dejó en la casa al otro se despidieron, bueno fue Evangelio quien lo hizo primero con algo de tristeza.

Maikol una vez que estuvo solo se fue corriendo a su casa apenado de todo lo que le paso ese día, ni cuenta se dio de que su hermana lo esperaba junto a su madre.

-¿Y a este que le pasa? -La señora afton cargaba a una Elizabeth muy pequeña que miraba a su hermano irse.

De pelos Where stories live. Discover now