or or or

10 5 0
                                    

Al llegar a la casa, maikol miró si estaba su madre o su hermana. El condenado de su padre estaría trabajando seguramente, grande fue su sorpresa al verlo ahí sentado esperándolo.

Resulta que ni su madre o su hermana estaban en la casa y la razón por la que su padre estaba ahí era por que su mamá lo obligó a cuidarlo en su ausencia.

-¿Te quedaras ahí parado o vas a entrar? -Pregunto su señor padre tan amargado como siempre, el maikol entró a la casa rápidamente- Tu mamá te dejó el almuerzo en la cocina

-Si -Se sintió extrañamente incómodo por interactuar con su papá, atribuyo eso a que casi nunca lo veía por la casa- Iré arriba.

-¿No vas a comer primero? -Guillermo estaba con cara de "Qué le pasa a este mocoso"- ¿Te paso algo?

-Nop, solo no tengo hambre -Dijo intentando sonar creible- Me comí unos cheetos antes de venir a la casa.

-Que raro, normalmente tu siempre vienes con tanta hambre que parece que nunca hubieses comido en tu vida -Su padre no se la creyo, sabía que el mocoso que tenía por hijo le pasaba algo- Pero bueno, eso no es asunto mío.

Maikol temió que le preguntara más sobre el tema pero al ver que le resto importancia, suspiró aliviado para irse a su habitación y tirarse en la cama sin ganas de nada.

Esperaba que su padre no fuese a contarle el chisme a su mamá porque sino estaría inventando excusas a lo pendejo.

No supo cuando pero se durmió con todo y uniforme, quizás estaba cansado de verle a jeta a los pendejos de sus compañeros.

Su padre en ningún momento lo dejó solo, estuvo en la casa hasta que llegó su madre y como no, le contó el chisme. Más ninguno de los dos decidió decirle nada.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 13 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

De pelos Where stories live. Discover now