Los caminos de la vida

22 4 2
                                    

Evangelio experimentaba lo que era tener amigos. Estaba feliz de tener aunque sea dos amigos, sentía que con ellos dos ya bastaba pero un día de la nada, noto la indiferencia de Maikol.

Desde que se volvieron amigos, nunca tuvieron un solo problema nisiquiera se habían peleado.

Un día hasta lo invito a su cumpleaños por ser el único al que conocía y claro que el pelón de maikol fue. Llego con la ropa más elegante que encontró en su armario sorprendiendo al propio evangelio que estaba despeinado.

Sonrió al recordar como maikol le canto el feliz cumpleaños sin ninguna intención de hundirle la cabeza en el pastel como si lo quisieron hacer sus primos.

Pero ahora estaba en el salón viendo como Maikol lo evadia olímpicamente, pensó que quizás algo le había molestado o que necesitaba tiempo con sus otros amigos.

Pero esa actitud seguía, parecía como si buscará alejarse de él a propósito.

-Maikol.. -Murmuró acercandose al pelón que miraba aburrido la ventana en un día lluvioso.

-¿uh? -No se volteó a verlo como si lo habría hecho antes.

Tuvo la suerte de que sus compañeros estaban en otros lugares y el salón estaba casi vacío debido a que faltó un profesor.

-¿Te ocurre algo? -Pregunto mirando el pelo corto que le estaba empezando a crecer a su amigo.

-No, no se por que lo dices -Se volteó a verlo por fin, traía una mirada de total desinterés.

-Yo.. Te noto algo triste -Se encogió de hombros algo tímido por estar preguntándole eso a su amigo- También eh visto que me ignoras, tal vez haya hecho algo malo y yo quería

-No me ocurre nada Evan, deja de hacer esto -Pudo jurar que vio como su expresión cambió a una de puro arrepentimiento, como si estuviese forzado a evitarlo pero ¿Por qué?

-¿Seguro? -No quiso molestarlo pero realmente estaba preocupado.

-Si, no te preocupes por mi -Cambio su expresión a una más tranquila, evangelio pensó que estaba bien y que solo se preocupaba por paranoico- ¿Te gustaría ir a co-

-¡Evan, que bueno que te encuentro! -Cassidy pateo la puerta y milagrosamente no se daño- Te busque por todos lados -Se acercó a ellos agarrando al pálido de evangelio por la mano, cosa que no le fastidio al contrario- Hola Maikol -Saludo antes de llevarse a rastras al pobre evangelio que veía una mueca de decepción en el otro, más cuando quizo decir algo ya se encontraba afuera del salón.

Por otro lado Maikol volvió a contemplar la lluvia recargando su cabeza en una de sus manos sobre el pupitre. Lejos de intentar seguirlos, prefirió quedarse en el salón que únicamente eta ocupado por el.

Pensó en que comería cuando llegara a su casa, o si tendría que hacer muchas tareas apenas llegara. Cualquier cosa era mejor que pensar en el distanciamiento de su vecino y el.

Cosa que normalmente no le importaría pero sentía que le tomó cariño a su vecino.

De pelos Where stories live. Discover now