l.b ★ La Flor

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—"¿Dónde estará...?" susurraste, mientras caminabas con la mirada fija en el suelo en busca de la preciada flor.
- "¿Estás segura de que es por aquí?" preguntó Enzo, observando detenidamente el suelo.
—"Sí, Sprouts me dijo que la encontraríamos aquí", respondiste con convicción.

Continuaron avanzando en busca de la flor. A medida que el tiempo pasaba, el frío se intensificaba. Frotabas tus brazos para entrar en calor mientras exhalabas el aliento, viendo vapor salir de tu boca... Enzo se dio cuenta de que estabas tiritando y te miró durante unos segundos antes de quitarse la bufanda y colocártela alrededor del cuello.

—"Gracias... Pero ahora tendrás frío tú"
dijiste preocupada.

Negó con la cabeza y siguieron adelante hasta llegar al lago negro. Ambos se detuvieron y contemplaron su belleza. Tus brazos seguían envolviéndote mientras buscabas la flor, pero al girar la cabeza hacia la derecha, te encontraste con la mirada de Enzo. Te observaba mientras se abrazaba a sí mismo, tiritando.

—"Enzo..." susurraste, negando con la cabeza.
Te quitaste la bufanda e intentaste ponérsela, pero él retrocedió y te miró.

—"Vas a coger hipotermia... Deberías ponértela", insististe acercándote, pero él se alejó.

—"De verdad, y/n, ponte la bufanda tú. No quiero que te pongas enferma", sus labios temblaban mientras hablaba.

—"La necesitas más que yo. Déjame ponértela, por favor", ambos se quedaron en silencio, mirándose durante unos segundos, hasta que finalmente él asintió y dio un paso adelante.
Pasaste la bufanda alrededor de su cuello y dejaste tus manos sobre su pecho, mirando hacia abajo.

— "No creo que encontremos la flor", murmuró él.
Alzaste la vista y te encontraste con sus ojos, que te observaban intensamente. El tomó tu mano y te guió hacia la orilla del lago. Una ráfaga de aire frío los envolvió, haciendo que instintivamente te acercaras a Enzo. Él te miró y abrió los brazos, invitándote a abrazarlo. Tú obedeciste y apoyaste tu cabeza en su pecho debido a la diferencia de altura. El rodeó tu cintura con sus brazos y apoyó su cabeza en la tuya.

— "Deberíamos regresar al castillo", susurraste, cerrando los ojos.

—"Sí... Pero estoy demasiado cómodo como para hacerlo", respondió él. Subió la mano hacia tu cabello y comenzó a acariciarlo con suavidad.

Caminaban juntos junto al lago negro, el cielo estrellado como su único testigo. Enzo no podía evitar mirarte de reojo mientras la brisa fría envolvía sus cuerpos. Era evidente que estabas tiritando, y aunque él también sentía el frío, su preocupación por ti superaba todo.

—"Enzo..." susurraste suavemente, negando con la cabeza mientras mirabas el agua.

Él volvió su atención hacia ti. —"¿Sí?"

—"Eres increíble", dijiste, tus palabras llenas de gratitud.

Enzo sonrió y se encogió de hombros. —"Solo hago lo que cualquier amigo haría".

—"Eres más que un amigo, Enzo", murmuraste, apenas audible.

Él se detuvo y te miró fijamente. —"¿Qué quieres decir?" preguntó con curiosidad y cierta esperanza en sus ojos.

Te ruborizaste ligeramente, intentando ocultar tus verdaderos sentimientos. —"Quiero decir que... eres especial para mí, Enzo. Tu amistad significa mucho".

Él sonrió, aparentemente satisfecho con tu respuesta. —"Tú también eres especial para mí,
Y/n. Siempre estaré aquí para ti".

El lago negro brillaba ante ellos, reflejando el brillo de las estrellas, y en ese momento, aunque no se confesaron su amor, ambos sabían que su amistad especial estaba marcada por algo más profundo y significativo. Caminaron juntos de vuelta al castillo en silencio, con la certeza de que su conexión especial solo se fortalecería con el tiempo.

𝐒𝐋𝐘𝐓𝐇𝐄𝐑𝐈𝐍 𝐁𝐎𝐘𝐒 𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐄𝐒 (𝐬𝐩𝐚𝐧𝐢𝐬𝐡 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora