❥︎Odio Tus Palmadas

39 8 4
                                    

Sabes sensei... Se está volviendo una costumbre para mi escribirte estas notas.
Más bien las hago en tus clases ya que son sumamente aburridas.

Por eso odio tus clases, pero lo que más odio son tus palmadas en la espalda qué le das a los demás cuando logran completar un ejercicio por ellos mismos.
Ellos no deben ser felicitados, es su tarea después de todo.

Solo debes felicitarme a mi por soportarte todo este tiempo, sensei.

Sin dudas adoraba estas notas que estaba recibiendo. Por lo tanto estaba en camino a la sala de maestros para poder preguntarle a su medio hermano o al maestro de informática si alguno de los dos era el autor de aquellas palabras.

—¿Yo? —Se señaló a sí mismo Letio mientras estaba sentado junto a su escritorio y una taza de café en mano. Ignis se había acercado a él para preguntarle si había estado escribiendo todo esto, sin embargo lo negó inmediatamente. —Sabes bien que mi letra es cursiva Ignis, lo que esta escrito ahí es en letras separadas. No lo escribí yo. Mucho menos deduzco qué sea Berr, aunque ese patán adore molestar, no creo que sea capaz de escribir cosas tan cursis para ti.

—¿Cursis? —Dijo dudando el albino.

—Pues si hermano, lo que me acabas de mostrar parece hecho por una admiradora. —Había dicho Letio mientras le daba una mirada pícara al albino.
Este solamente se puso nervioso, ¿Tenía una admiradora? Entonces ¿Quién sería?—Sea lo que sea, mejor ve y averigualo por ti mismo, ahora vete qué me estorbas, intento tomar mi café.

Ignis solo dió marcha atrás para dirigirse a su propio escritorio qué tenía en aquella sala, ya al estar sentado pudo ver como en su mesa había una pequeña cajita rosa con un moño encima. Inmediatamente la tomo en manos para abrirla, habían en total cuatro galletas con chispas de chocolate, eran las favoritas de Ignis.
También encima de la caja había una notita ya reconocible para él.


Sabes sensei, sueles comer de estas galletas en clase. La vez pasada fui a la tienda a comprar unas cuantas para probarlas, odie el sabor qué tenían, sin dudas tienes malos gustos sensei.

Por eso te las dejo a ti ya que a mi no me gustaron, no quiero desperdiciarlas. [Esto había sido tachado]

¡Quise decir!
Son un asco como tú, por lo tanto deben de estar contigo, sensei.

Ignis rió bajo mientras comía las galletas, pero al probarlas pudo diferenciar algo. No era el sabor qué acostumbraba probar, más bien, se podía diferenciar qué no eran galletas compradas en la tienda, eran caseras.

❚10 𝘙𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘋𝘦𝘭 𝘗𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦́ 𝘛𝘦 𝘖𝘥𝘪𝘰 𝘚𝘦𝘯𝘴𝘦𝘪.❚Where stories live. Discover now