Xing Quan y Wu Yi se cambiaron de ropa. Sabían que la ropa que llevaban debía haber estado manchada de sangre debido a la carnicería en el interior. Debían haber sido reempaquetadas.
Afortunadamente entre las desgracias, los dos estaban mirando en dirección a Bei Nuan, pero sus expresiones no cambiaron.
Parecía que aunque se habían conocido una vez, no eran conocidos y no podían verla.
Bei Nuan se sintió un poco más tranquila.
La bodega de carga no es tan espaciosa como la cabina de pasajeros, este pasillo es muy estrecho, solo más de un metro de ancho, los dos caminaban uno al lado del otro y Bei Nuan no tenía espacio para evitar.
La distancia era demasiado corta, Bei Nuan rápidamente dio un paso atrás, un poco ansioso, e hizo un sonido.
Wu Yi inmediatamente dijo alerta: "Hermano Xing, hay pasos, parece que hay alguien".
Los dos se quedaron quietos y escucharon con atención.
Si el enemigo no se mueve, yo no me moveré. Bei Nuan se detuvo rápidamente y contuvo la respiración.
Xing Quan y los demás escucharon durante un rato y sintieron que no había ningún movimiento extraño antes de seguir adelante.
Bei Nuan inmediatamente caminó hacia la salida, haciendo todo lo posible por mantener sus pasos al mismo ritmo que los de ellos, para que el sonido de sus pasos pudiera quedar oculto por sus pasos.
Los dos caminaban y hablaban, y Wu Yi decía: "Dazhao y los demás son tontos. Ese hombre llamado Sheng claramente quiere que lo matemos, pero realmente me lo hacen a mí".
Xing Quan respondió: "No tengas miedo de hacerlo. ¿No matamos a esos bastardos? Están todos muertos y nosotros ni siquiera estamos heridos".
Parece que estas dos personas ganaron el juego de ocho a cuatro.
Pero todavía no pudieron controlarlo bien y al final solo quedaron ellos dos.
A Bei Nuan no le sorprendió que Xing Quan sobreviviera, pero lo más desconcertante fue cómo salieron por la puerta cerrada y vigilada.
Pero no tengo tiempo para estudiar esto ahora. La máxima prioridad es informar rápidamente a la gente en el barco.
Lu**ss no está aquí ahora, Nie Beian tampoco está en el barco y Bei Nuan no conoce a nadie más, por lo que solo puede ir con Jiang Fei y los demás, y también informar a Sheng Yi.
No importa cuán feroces fueran, solo eran dos. Bei Nuan se consoló pensando que la situación era mucho mejor de lo que se describe en el libro.
"Estoy tan hambriento. No he comido desde la mañana", decía Wu Yi, "Viejo Yu, toda la sangre de ese cobarde está rociada sobre los bollos al vapor. No puedo comer los buenos bollos al vapor".
"Pronto habrá comida", le aseguró Xing Quan.
Bei Nuan pensó: ¿tienes hambre? Las oportunidades para completar tareas simplemente caen del cielo.
Bei Nuan dio dos pasos rápidos, primero giró la esquina del pasillo, sacó la mitad de la barra de chicle que quedó después de dársela al hombre alto y delgado del espacio y la arrojó al suelo del pasillo.
Cuando Wu Yi se dio vuelta, lo vio e inmediatamente lo recogió.
"¿Quién lo dejó caer?"
"¿Masticar chicle?", Xing Quan lo miró.
Wu Yi lo abrió y se lo entregó primero a Xing Quan, quien se comió dos rebanadas más de una vez y las masticó: "Es tan dulce. Es una pena que no tenga hambre".
