CAPÍTULO 46

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Fuimos a la habitación de Candy, ya que no soportábamos los cuchicheos de los demás alumnos y no voy a negar que también quería saber dónde estaba su cuarto. Ni bien entramos Candy lanzo un gran suspiro y se sentó en la cama.

—Pienso que es absurdo juzgar a las personas solo por las habladurías de alguien más. —Masculla la rubia enojada, ella se vuelve a levantar y sube sus mangas. —¡Voy a darle una lección para que aprenda a no decir mentiras!

—Tranquila, Candy, solo tenemos que desenmascarar sus mentiras. —Trato de tranquilizarla, después de todo acabamos de llegar al colegio y no quiero que seamos expulsadas por este insignificante pleito. Veo como suspira otra vez y se vuelva a sentar. —Solo hay que buscar a Stear y ver si trajo la grabadora con él. Ni bien la tengamos solo es cuestión de reproducir el audio, de esa manera todos verán la verdadera cara de Sara.

—¡Es verdad! Tenemos ese aparatito, solo espero que Stear lo haya traído. —Exclama la rubia mucho más contenta.

—Estoy segura de que lo trajo. —Me encojo de hombros muy segura de mi suposición. Después de todo desde que se la regale no se separa de ella. —"Ahora mismo me arrepiento un poco de haberla regalado, pero simplemente no pude decirle que no a esa mirada anhelante y llena de curiosidad. ¡Ah, que puedo decir adoro a mi querido inventor!"

—Chicas, no creo que sea buena idea enfrentarse a Sara. —Dice Luciana que no había dicho nada desde que entró a la habitación.

—¿Por qué lo dices? ¿Qué es lo que sabes de Sara? —Le pregunto y ella solo me mira dudosa, pero luego suspira.

—No sé mucho de Sara, pero sí de su familia. Legalmente hablando ellos se dedican al mercantilismo de joyas y telas, pero eso es solo en la superficie. Nadie lo comenta, pero muchos saben que la familia Walker tiene nexos con el bajo mundo, es de esa manera que pulieron su riqueza. —Vemos como Luciana frunce el ceño mientras juega con su manga. —Miren, solo sé de ella los rumores que giran con respecto a su aparición, pero sí conozco a su hermano y él no es una buena persona, si quieres ver los conceptos de soberbia, egoísmo, mezquindad y brutalidad solo necesitas conocer a Noah Walker.

—Luciana, nos podrías contar los rumores que rondan a Sara, por favor. —Tomo sus manos entre las mías y está solo asiente. —Mi gran duda es ¿Sara es realmente hija de la familia Walker o la adoptaron?

—Por lo que oí es su hija. Las malas lenguas dicen que cuando Eliot Walker tomo la dirección de la familia hizo varios enemigos y uno de ellos fue el que se llevó a su hija como venganza. —Luciana suspira y juega con su cabello. —Al principio sentí pena por ella, me refiero que te alejen así de tu familia no debe ser bueno, pero no sé... Cuando me mira solo siento escalofríos, por ello trate de mantener distancia.

—Entiendo, es lamentable... Aun así ¿Por qué debemos dejar que siga propagando rumores de nosotras cuando ella fue la que hizo algo malo? —Le dice Candy cruzándose de brazos a lo que yo asiento.

—Porque si tomamos partido en su contra, dudo mucho que Noah lo deje pasar. —Ella se levanta y toma nuestras manos. —No lo entienden... A quien deben temer no es a Sara, sino a su hermano, por favor, no se metan en problemas con ellos. Los rumores son pasajeros en este colegio, dentro de unos días nadie recordará lo que paso y seguro habrá otros.

—Cierto, parece como si supieras todo de esa familia. —Le comento y ella mira sorprendida, pero luego empieza a reír.

—En un colegio donde rondan las estrictas reglas y no hay con que divertirse, aprendes a tomar cualquier rumor como entretenimiento. —Comenta divertida encogiéndose de hombros. Luego posa como si sostuviera una copa en la mano. —Nosotros los de la alta sociedad somos unos ases del chisme ajeno. —Dice haciendo algunas muecas que nos hicieron reír.

Renací como la Villana de Candy CandyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora