XII. 𝐆𝐔𝐄𝐑𝐑𝐄𝐑𝐎𝐒 𝐌𝐔𝐘 𝐏𝐎𝐃𝐄𝐑𝐎𝐒𝐎𝐒

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Abril y Teppei fueron a uno de sus locales de comida favoritos, cuya especialidad son las donas, pero también vende otras cosas de panadería, hasta menú de desayuno, almuerzo y cena. Ellos compraron unas donas y una taza de chocolate caliente cada uno.

 Ellos compraron unas donas y una taza de chocolate caliente cada uno

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─¿No querías un frappuchino?─ le preguntó Kisugi.

─Sí, pero vi ese chocolate caliente y se me antojó, jeje.

─¿Y qué tal? ¿Te gusta?

─No es el chocolate caliente de mi abuela, que es lo mejor que exista, pero me gusta, está rico, se deja tomar.

─Me alegro, porque no quería soportar tus lamentos de: "ay, ¿por qué me compré esta porquería caliente en lugar de un frappuchino de Oreo bien frío?"

─Ya cállate o me comeré tu dona─ lo amenazó mientras comía su dona de nutella y un malvavisco arriba, su favorita.

─Ay ajá, ¿te gusta tu dona?

Ella asintió con las mejillas llenas y una sonrisa tierna.

─Tienes chocolate en la comisura de la boca.

─Ay qué horror. Dame una servilleta.

─Qué ganas de hacer lo que vi en una película romántica, que una chica tenía una mancha de helado en la comisura de la boca, y su novio la besó en la boca para quitársela─ pensó Kisugi─. Qué ganas de hacerle eso a Abril...

─¡Kisugi, te estoy hablando!

─¿Eh? Ah, sí, sí, ya te la doy.


Luego de su merienda tempranera, fueron a sentarse a ese lugar que le encanta a Abril, es un espacio pequeño que está abierto al público, donde hay muros bajos de color rojo, escalones, y este círculo de hormigón donde se puede sentar.

Luego de su merienda tempranera, fueron a sentarse a ese lugar que le encanta a Abril, es un espacio pequeño que está abierto al público, donde hay muros bajos de color rojo, escalones, y este círculo de hormigón donde se puede sentar

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─Ay, qué bien, no hay nadie sentado en el círculo─ dice Abril, aliviada.

─El mar está picado hoy, ideal para ir a surfear en verano, ¿no lo crees?

─Estás en lo cierto, a mí me encanta jugar con mi tabla, pero no sé surfear de manera profesional, yo me acuesto boca abajo sobre la tabla, y me pongo en posición exactamente justo cuando la ola va a romper, y ésta me lleva hasta la orilla. Lo hago desde los once años, y es tan divertido.

𝗘𝗟 𝗗𝗜́𝗔 𝗘𝗡 𝗤𝗨𝗘 𝗟𝗢𝗦 𝗖𝗢𝗡𝗢𝗖𝗜́ ❱ CT y DBZ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora