Acto 11

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Estábamos a punto de terminar la preparatoria, habíamos conseguido pasar el examen de ingreso a la Universidad, Félix, Seungmin y yo, entraríamos a la misma Universidad.

Caminaba de regreso a casa, sintiéndome extraña, sintiendo que algo no estaba bien.

Tenía todo el día tratando de contactar a Félix, pero no respondía. Era extraño, desde que me contó de su sueño de ser actor, jamás me ocultaba nada, pero tenía unos meses viendo que se comportaba distinto y que remarcaba mucho el que no tardaba en ser mayor de edad, era algo extraño.

Pase por la Biblioteca abandonada, escuchando sollozos, camine a la entrada, que estaba medio abierta y entré. Al instante me asuste, corrí hasta mi amigo y me quedé de rodillas, aunque el piso las lastimara.

Félix tenía el rostro hinchado, su mirada perdida y sus ojos rojos.

—¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo esto? —decía con ganas de llorar.

—Es mi culpa —me respondió con voz cortada.

—¿Por qué lo sería?

—No puedo decir.

—¿Qué?

—No quiero decirte, pero me está matando pensar solo.

Me quité la mochila, la deje frente a mí, la abrí y saque mi cartera. Cerré la mochila y la dejé al lado de Félix.

—Iré a comprar algo, tú te quedas aquí, me esperas y me cuentas que pasa, ¿sí? —lo miré asustada, con el miedo de que se fuera mientras yo me iba—, recuerda que soy tu amiga, eres mi mejor amigo y siempre te voy a apoyar, ¿entendiste?

Asintió con su cabeza, le dí un corto abrazo y con dificultad, me levanté y me fuí.

 
 
 
 
 
—Regresó con agua caliente —contaba Félix hacia su primo—, me limpió el rostro, me escuchó y me dijo que primero aclarará lo que sentía, y que me ayudaría a ocultarlo...

—Es cierto, primero debes aclarar que es lo que sientes —decía mientras veía al menor con ojos hinchados—, después sabrás que hacer, pero oye, no está no sentir algo por alguien, no eres uno de esos pervertidos que están con niños.

—Eso no ayuda.

—Félix —le sonrió—, si llegas a sentir algo por ese niño, se que lo esperarías, el momento en que ambos estén listos y claro, si es que te corresponde —Félix bajó la mirada—, no te desanimes ¿sí? Sientes algo de lo que no estas seguro, primero debes aclarar eso y después podrás pensar en sus consecuencias, ¿está bien?

Félix asintió lentamente. Minho se le acercó y lo abrazo nuevamente, sonriendo, era imposible no hacerlo, Félix seguía siendo un niño para él, pero estaba creciendo y tenía mil cosas en mente, y el hecho que confiará en contarle eso, le hacia sentirse feliz, ya tendría el tiempo para pedirle consejos a Jisung y ayudar mejor a su primo, solo en caso que no logrará avanzar algo.

Esperaron unos minutos y el rostro de Félix se veía mejor. Ambos siguieron su camino y llegaron a la casa de los Lee.

Minho sintió lo pesado que se volvía el ambiente recién tocó la puerta, sabía exactamente lo que vivía el menor dentro de esa casa, pero no podía hacer nada, Félix no quería alejarse de su padre, mucho menos ahora que estaba en la Universidad, aunque llegaran a estar en contra, entendía ese cariño que Félix quería sentir para llenar el vacío que era no tener a su verdadera madre, aunque recibiera poco, quería eso.

Suspiro en silencio y unos segundos después, sonrió siendo recibido por su tío.

Los Lee entraron a casa, la señora Lee preparó la cena mientras Minho hablaba con el señor Lee y Félix intentaba mantener la conversión, pero con más comodidad, solo eran ellos, en la sala, hablando de su primo, aunque fuera complicado.

Proyecto ¿Romeo y Julieta? ﻌ [Hyunlix] ☑Where stories live. Discover now