Capítulo XLV

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No sabían donde estaban, salvo que el castillo era infinitamente horrible, lleno de pasadizos oscuros y con altos cielos rasos donde la mirada sólo hallaba telarañas y sombras. Las piedras de los agrietados corredores estaban siempre odiosamente húmedas y por doquier se percibía un olor maldito, como de pilas de cadáveres de generaciones muertas. Jamás había luz, por lo que Lisa solía encender velas y se quedaba mirándolas fijamente en busca de alivio; tampoco afuera brillaba el sol, ya que esas terribles arboledas se elevaban por encima de la torre más alta. Una sola, una torre negra, sobrepasaba el ramaje y salía al cielo abierto y desconocido, pero estaba casi en ruinas y sólo se podía ascender a ella por un escarpado muro poco menos que imposible de escalar.

Una noche Lisa soñó con muchos infortunios; y todos sus guerreros invitados con forma de sutiles ninfas o hadas perdidas serían presas de sus terribles pesadillas, para los seres de luz que tendría encerradas venían peores cosas sin contar que ella misma sufriría por eso...

- Mmmm, quiero follarte… - la delicada voz de la menor de las chicas se hacia escuchar en medio del silencio.

- Claro, pero déjame acabarme la cerveza… - respondió Lisa.

Mientras esperaba unos minutos recordando porque estaba en ese lugar se había decidido por beber algo, algo que le diera tranquilidad a las palpitaciones sin sentido que daba su corazón, los efectos estaban llegado muy rápido a las niñas, era una nueva faceta que descubriría en sólo un momento e iba a ser la mejor de todas.

Ellas seguían tocándose y Jisoo empezó a chuparse sensualmente el dedo…

- Mmmmm, estoy muy caliente, quiero que me folles, que me la metas en la boca… - la castaña felina remojaba sus labios.

-  En la boca? - preguntó con diversión.

De repente, se levantó y llevó sus manos a la nuca tratando inútilmente de deshacerse del bozal, sus dedos buscaban como abrirlo pero era nula su acción, sujetó la cadena que la ataba a la cama y tiraba de ella con desesperación intentando liberarse.

- Gatita... Podrías lastimarte - su suave voz solo buscaba burlarse de ella.

- Me da igual, quiero que me folles, que me la metas como a una perra… - dijo presurosa con las manos recorriendo sus senos.

La castaña estaba muy salida, tocándose, metiéndose mano por debajo de las piernas, allí delante, en medio del salón, con las pupilas totalmente dilatadas…

- Vamos Lili, fóllame… - esta vez Rosé pedía lo mismo.

Lisa seguía allí sentada, mirándola con diversión cuando en un intento de lanzarse a ella, la cadena de su bozal la frenó en seco retrocediendo hasta caer sobre la cama, una risa nasal salió de su dueña al ver semejante estupidez.

Sacudió su cabeza riendo y quitándose los pantalones caminó hacia la castaña mayor, retiró el bozal solo hasta el cuello para liberar su rostro pero no en su totalidad, aún seguía unida de la cadena, la menor tomó su duro pene que empezó a chupar desesperadamente. Lo chupaba, lo lamia hasta los huevos, se lo restregaba por la cara y se daba golpes con el en la boca hasta que se levantó para recostarse y separar las piernas.

- Mmmmm, por favor métemela, la necesito dentro de mí… - gimió.

- No te gustaría algo de privacidad princesa? - se burlaba.

- No!, fóllame aquí, métemela….

La menor no lo resistía y a decir verdad ninguna de las tres podía, su mente se había nublado por el deseo totalmente, ni siquiera podrían reconocerse a si mismas, las tres se mantenían tumbadas en la cama con las piernas separadas hacia ella, totalmente abiertas y masturbándose…

Insane (Lisa GIP) حيث تعيش القصص. اكتشف الآن