Cap 6. El regreso de los bullies

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—Espera... ¿cómo que estabas casado?—Pregunta alterada tu madre.—Nunca me dijiste nada de eso.

—Pues claro que no te lo dije. No soy estúpido.—Responde tu padre con cinismo.

—¡HMPH!—Tu madre le lanza una cachetada a tu padre.—¡Eres un miserable! ¿Cómo pude ser tan estúpida? Me engañaste durante muchos años. ¡Eres el peor error que he cometido en mi vida!

—¡Oye! Tú fuiste la que se enamoró de mí, yo no te obligué a nada.

—Y encima eres un cínico. Engañaste a tu esposa, traicionaste a tu familia. ¿Y ahora resulta que yo tengo la culpa? ¿Cómo carajos iba a saber yo que estabas casado? Y si lo hubiera sabido igual te habría echado de mi vida, infeliz.

—Pues no tienes ese derecho porque soy el padre de tu hijo.

—¡No! Dejaste de ser su padre desde el día que nos abandonaste. Aunque igual te habría dejado por ser un mentiroso y sinvergüenza. Definitivamente tu esposa no se merece a un idiota como tú.

—¡Mejor cierra la boca! ¿Dónde está mi hijo?

—Él ya no vive aquí, se fue.

—¿Cómo que se fue? ¿En dónde está?

—ESO NUNCA LO SABRÁS. ADIÓS.

Tu madre empuja a tu padre afuera de la casa y cierra la puerta de golpe.

—Maldito desgraciado. ¿Cómo pude ser tan ingenua?

****************

Pasan los días, y las cosas entre Seth y tú van mejorando de a pocos.

Pero hoy te sientes muy preocupado y Seth se percata de eso durante la clase.

—Mmm... siento que algo le sucede a Takeo.

Terminan las clases y se dirigen a la cafetería.

—Takeo.—Te saluda Seth.

—Seth. Hola.

—¿Te pasa algo? Te noto algo ansioso.

—No, no es nada, no te preocupes.

—¿Seguro? Puedes decirme, no hay problema.

—Mmm... bueno, es que mi mamá no me ha llamado en estos últimos días y me preocupa que le haya pasado algo.

Seth se acerca a ti y acaricia tu cabeza.

—Eehh... Seth...

—Tranquilo, no debe ser nada grave. Tal vez deberías llamarla en la noche para que ya no te preocupes tanto.

—Sí, tienes razón.

Te pones algo nervioso y quieres abrazar a Seth, pero viene Sarah riendo junto a un grupo de chicos.

Sientes que ya conoces a esos chicos y te da algo de escalofríos.

—No.

—¿Qué sucede?

Retrocedes un poco por el miedo y quieres irte lo más lejos posible.

—Takeo, ¿qué pasa?

—Vámonos ahora, no quiero estar aquí.

Intentas escapar como sea de la cafetería.

—Takeo, espera...

Pero sientes que alguien te agarra de la polera y te avienta lejos contra el piso.

—¡Takeo!

Estás tirado en el suelo, mientras los demás empiezan a burlarse de ti.

—Fuiste tú, desgraciado.—Seth va donde Makoto, uno de tus excompañeros de primaria, y lo empuja muy fuerte haciendo que caiga al piso.

Mi eterno rivalWhere stories live. Discover now