Cap 8. La otra familia

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—¿Q-Quée dijiiste?—Pregunta Seth temblando de nervios.

—Voyy a darte tuu regalo de cumpleaños.—Sin pensarlo dos veces te quitas la ropa y te sientas a horcajadas sobre él.

Comienzas a besarlo metiendo tu lengua en su boca. Él suelta un leve gemido.

—Aaah, Takeo...

Seth recorre sus manos por tu espalda desnuda, y agarra fuertemente tu trasero, haciendo que grites.

—¡Aaah! ¡Seth!

Él besa y lame tu cuello, sientes que ya no puedes esperar más.

Te apartas un rato de él, y comienzas a desnudarlo. Al bajar su pantalón, te acercas lentamente hacia su miembro.

Seth acaricia tu cabeza mientras comienzas a insertar lentamente su pene en tu boca. Agarras sus muslos con fuerzas mientras lames y chupas su miembro. Él sostiene tu cabeza, mientras su cuerpo se estremece y suelta varios gemidos.

—¡Haa! ¡Takeo! ¡Sigue! ¡No te detengas!

Sientes cómo tu cuerpo se calienta y se estremece.

—¡Hah! ¡Qué caliente!

Mueves lentamente tus caderas, mientras poco a poco empiezas a tener una erección. Después de un rato, Seth agarra tu cabeza y la aparta de él para darte un profundo beso.

—Seth...

—Dilo.

—Hazme... el amor.

Seth se sonroja de la emoción y te carga para después acostarte sobre tu cama.

Él se coloca encima de ti y comienza a besarte en los labios, luego te besa el cuello, los pezones, baja por tu abdomen y llega hasta tu pelvis. Sin pensarlo dos veces, empieza a lamer y chupar tu miembro.

Seth agarra tus piernas y las mantiene encima de sus hombros, mientras sus manos recorren tu cuerpo.

Te estremeces y gimes de placer.

—¡Aaah! ¡Ay cielos! ¡Seth! ¡Haa!—Estiras tus brazos para gozar más del placer.—Se sieente... tan bien. ¡Aaah!

Seth continúa haciéndote sexo oral hasta que se detiene, y se levanta para mirarte a los ojos.

—Me avisass... si te duele, ¿sí?

—Bienn.

Seth separa tus piernas e introduce lentamente su miembro en ti. Sientes una sensación inexplicable y gritas. Tu cuerpo se retuerce y tiembla.

En seguida, Seth comienza a embestirte suavemente. Puedes sentir cómo la punta de su pene toca una parte interior de ti que hace que tu cuerpo se retuerza más de placer.

—¡Cielos! ¡Qué bien se siente! ¡Hah!

Seth te embiste con más rapidez, haciendo que jadees y sueltes más gemidos.

—¡Seth! ¡Haa!

—¿Quieres... que pare?

—No. Sigue.

Seth separa más tus piernas mientras sigue embistiéndote rápidamente.

—¡Aah! ¡Sí! ¡Seth! ¡No pares!

Él se detiene un rato y te voltea colocándote en posición de perrito. Besa toda tu espalda hasta llegar a tu trasero.

—Seth.—Jadeas pronunciando su nombre con un tono de voz deseoso y ansioso por más.

Seth nuevamente introduce su miembro en ti, y comienza a embestirte de forma ruda.

Tú gritas, y él pone tu cabeza pegada a la cama. Agarra tus brazos y las coloca detrás de tu espalda. Las sostiene ahí mientras sigue embistiéndote más fuerte.

Mi eterno rivalOnde histórias criam vida. Descubra agora