Cap 10. Una decisión fatal

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Llega Halloween, y todos se preparan para la fiesta que se hará en la escuela esta noche.

Ves a Sayoko llegando al salón y la saludas.

—Hola Sayoko.

—Hola senpai. ¿Vas a ir a la fiesta de esta noche por Halloween?

—Mmm... no lo sé. Planeo hacer otras actividades.

—Ay por favor. No quiero ir sola.

—Mmm...—Lo piensas por un momento y al final aceptas.—Bueno, está bien, iré.

—¡Qué bien!—Sayoko te da un fuerte abrazo.

Aquel dulce gesto hace que sin querer te sonrojes.

—Bueno, entonces iré por ti a las siete.

—Está bien.—Te responde ella.

Ambos no se dan cuenta que atrás de ustedes los cuatro chicos están riendo por el plan que van a ejecutar esta noche.

—Jeje, no puedo esperar a que sea de noche.—Se ríe Mai.

—Igual yo amiga. He esperado mucho por este momento.—Responde Leiko.

—¿Alguno de ustedes va a grabar? Porque necesitaremos una buena cámara para plasmar el momento y que sea recordado.

—Yo puedo encargarme de la cámara.—Dice Kentaro.

—Perfecto. Entonces ya está todo listo. Recuerden llegar todos puntuales a la hora que acordamos.

—Claro nena, de eso no te preocupes.—Dice Hiroshi.

Llega la noche y te alistas para ir a recoger a Sayoko.

Justo cuando vas a irte, tu mamá te detiene.

—Takeo, ¿a dónde vas?

—Y-Yo, voy a salir un rato. No me tardo.

—¿A dónde y con quién?

—Eeeehh...—Te quedas corto.

—Hijo, ya no puedes ocultarlo más. Saldrás con una chica.

—Mamá... ¿qué dices? Y-Yo solamente...

—Nunca sales en tu cumpleaños. ¿Y hoy justo es la excepción? Debe ser por algo.

—... Ya, está bien.—Lo admites.—Iré a una fiesta de Halloween de la escuela con una compañera. Pero no es nada serio, de verdad. Solo voy como amigo.

—¡Lo sabía! Sabía que te estaba gustando alguien.

—Mamá, no es cierto. Solo somos amigos.

—Pues tu actitud me demuestra lo contrario.

—Eeeehh...—Te sientes un poco avergonzado.

—Hijo, está bien. Es normal a tu edad que te enamores. Ve nomás tranquilo a esa fiesta. Solo ten cuidado y me llamas si sucede algo.

—Está bien mamá, gracias.

Vas a casa de Sayoko para llevarla a la fiesta.

Cuando ella te abre la puerta, te quedas sin palabras al verla.

—Me veo... rara, ¿verdad?—Pregunta ella con timidez.

—Claro que no. Te ves muy linda.—Le respondes algo sonrojado.

Ella también se sonroja.

—Bueno, hay que irnos.—Aclaras.

—Claro.

Mi eterno rivalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora