CUATRO

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— Tu nombre suena muy bonito— halago el chico con una sonrisa de lado que lucía muy bonita, mientras le estiraba la mano para estrecharla a la de él. Félix no sabía ni cómo moverse de su lugar, las mejillas le enrojecieron de inmediato por el cumplido, Changbin fue testigo de ello y cuando sus manos rozaron, las cálidas palmas de Changbin sintieron las frías manos de Felix — Tienes las manos frías.

Seo Changbin era en pocas palabras, un elixir  para la vista humana. Portaba una camisa negra, Félix se preguntó si no sentía frío alguno, pues el invierno estaba a dos días y en el pueblo, la sensación térmica era cerca de cinco grados, llevaba los dos primeros botones desabrochados, su pecho a penas si se asomaba, una camiseta blanca se notaba por debajo, las mangas iban arremangadas, llevaba unas botas que parecían vaqueras y el cabello alborotado, el pantalón de mezclilla lucía frío, pero al parecer Seo Changbin no sentía el frío para nada, quizá era de hierro o algo así, porque realmente el aire azotó el cuerpo de Félix y se maldijo por no llevar nada con que cubrirse, digamos en la ciudad no se sentía tanto frío como ahí, quizá porque el pueblo estaba a la intérperie.

Changbin no era muy alto, puede que solo unos cuantos centímetros menos que Felix, pero eso no importaba para nada, aún así lucía malditamente demandante e imponente, Félix se sentía en miniatura a lado suyo, a pesar de que fuera cuatro centímetros más alto. Seguramente enojado daría un maldito miedo inigualable, pero en ese momento, con la sonrisa ladina y los ojos amables, parecía un lindo cachorrito bonachón, Félix sintió que el aire se le atoró en la garganta, el pulso se le alteró y la mente se le atolondró, raro, Félix no solía sentir mucho aquello y si lo hacía era un simple " Es guapo/a"  y ya, nada de reacción corporal, nada de sensaciones extrañas, nada de eso, raro, muy raro. Quizás solo es la euforia de tenerlo ahí cerca. Sí, seguro por la sensación de sentir que sus sueños estaban frente a él.

— Es que hace frío.— se justificó, Changbin asintió.

— ¿Lo hace?— preguntó, Felix asintió de inmediató—  Innie, por favor, consigue ropa para Felix.— el chico pelinegro dejo el heno de lado y corriendo se metió a buscar lo que su hermano le había indicado— Anda Felix, vamos a dentro que creo que te nos congelarás.

Changbin le abrió de inmediato las puertas de su casa,era rara la confianza que le brindaba, ¿No se supone que realmente este chico era el que apodaban Pesadilla? pues no lo parecía en lo absoluto. La casa era una casa ciertamente enorme, se sentía fría, aunque no tanto como el exterior, era de dos pisos y tenía un decorado antiguo, era una hacienda, sin dudad, aunque realmente Felix no pudo ver mucho acercade la enorme vivienda. Changbin le indicó donde se encontraba la sala, lo llevó a sentarse y luego, le pidió que lo esperara un momento. Felix acepto gustoso y se quedo sentado en el lujoso sillón color negro.

La estancia de Felix se extendía, fue lo primero que el chico supo en ese momento. ¿Cúantos días? Felix no lo sabía en lo absoluto, llevebaba solo cinco minutos ahi y ya quería correr y alejarse. No lo mal entiendan, Changbin era todo un sueño, muy amable, pero estaba ahí con mentiras y lo que menos queri hacer es mentir.

Todo estaba en contra de su plan, su plan era simple, sencillo; usar un poco de sus encantos amistosos y luego dar como resultado su victoria, todo en un mismo día, como siempre era de esa misma forma. Su modus operandi era ese, su cara tan amistosa y su fácil forma de crear conversación siempre lo llevaban al exitio, el probema era que no captó muy bien el hecho de que Changbin llevaba años sin aparecer en ningun medió por decisión propía. No creía que los reporteros le caían mal, el problema es que según Jeongin a realmente a Changbin los reporteros le caían del culo y Felix era uno de ellos. ¿Ahora qué haría?, llevaba pocas cosas, nada de ropa y solo su laptop en el bolsillo, maldita sea, esperaba que aquí las cosas fueran baratas, porque el efectivo que cargaba era muy poco. Se hizo nota mental de llamarle a Chan para avisar de su estadía, aunque un plan más brillante se planto en su cabeza: Volver otro día.

Fast Runner (Changlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora