Parte sin título 30

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Anahí estaba emocionada por la visita de sus amigos. Ordenó una cena para servir por la noche y preparó la casa. Su barriga ya era grande y como estaba a punto de nacer, su bebé pesaba cada vez más dentro de ella, aun así mantuvo su rutina de ejercicios y relajación.

Ahora que Dani estaba más presente en su casa, se dio cuenta de que sentía mucho amor por él como si realmente fuera su hijo. Sentía un cariño inmenso por el niño y se alegraba de verlo tan emocionado en sus brazos, al igual que Manu.

Su preocupación por Poncho y lo que haría para ayudar a Diana estaba muy presente. Aprovechó sus momentos de meditación para tratar de olvidar estos dilemas, pero estaban muy presentes.

Poncho fue grabado durante el día y llegó a su casa a última hora de la tarde. En cuanto oyeron el ruido de la puerta, Dani y Manu se apresuraron a saludarle. Anahí fue tras ellos, pero caminó más despacio.

-¡¡Papi!! Dijo Dani yendo a abrazarlo.

-¡Mi hijo! - Poncho se agachó para abrazarlo y saludar a Manu que venía justo detrás.

-¡Papi! - dijo Manu.

Anahí y Poncho se miraron al mismo tiempo, sorprendidos. El corazón de Poncho dio un vuelco cuando escuchó esa palabra proveniente de Manu. No quería robarle el lugar a nadie, pero saber que Manu también lo tenía como padre lo emocionaba.

Los ojos de Anahí se llenaron de lágrimas. También conmovida, sintió que su hijo estaba bien, a pesar de que su padre biológico no le había estado prestando atención en los últimos días. Se le pasó por la cabeza si debía corregir a su hijo a "Tío Poncho", ya que a Manuel Velasco no le gustaría.

Sin embargo, cuando vio a su hijo feliz en los brazos de Poncho y a su novio tan conmovido por ese gesto, pensó que era injusto para ellos que lo hiciera.

-¡Hijo! Poncho abrazó a Manu y le dio un beso en la frente.

Una vez más, Anahí sonrió cuando escuchó a su novio decir esa palabra.

- ¡Qué bonito! Anahí suspiró y las lágrimas comenzaron a fluir. - ¡Oh, soy sensible! ¡Debe ser el embarazo!

Poncho le dio a cada niño un beso más y los soltó de su abrazo para que pudieran volver a jugar. Se levantó y recibió a Anahí que ya estaba cerca.

"Mi amor, ¿escuchaste eso?" Pocnho abrazó a Anahí y le dio un beso en los labios. - ¡Me llamaba "papi"!

-¡Sí! Se secó las lágrimas. - ¡Él ya sabe que eres su padre!

- ¡Tal vez lo dijo porque ve a Dani repitiéndolo todo el tiempo! ¡Así que terminó hablando también!

- Dani me llama "tía Any" y Manu no lo repite. Ella se echó a reír.

-¡Tienes razón! - le dio un beso a Anahí. - ¡Quedé muy contento con eso! Porque siento que Manu es mi hijo. No quiero ocupar el lugar de Velasco, pero creo que me entiendes que me alegro de ver a Manu tratarme con cariño.

-¡Por supuesto que sí! Ella sonrió. - Estaba pensando en eso hace un momento. ¡Que quiero a Dani como a un hijo! ¡Este tiempo que estoy pasando con él solo me ha hecho amarlo aún más! No espero que me llame "mami" y tampoco quiero ocupar el lugar de Diana, de ninguna manera. ¡Pero verlo tratarme con cariño me hace sentir tan bien!

- Incluso si no te llama "mamá", estoy segura de que te considerará una segunda mamá.

- ¡Lo más importante es el amor que nos une! ¡Eso es lo principal!

Poncho agarró la nuca de Anahí y la besó con calma. La sensación que tuve con sus besos fue indescriptible. Nunca pensó que, de adulto, tendría los mismos sentimientos que cuando era adolescente. Pero sabía que este efecto solo funcionaba cuando estaba con Anahí. Nunca lo había sentido con ninguna otra mujer.

el milagro el reencuentroWhere stories live. Discover now