2. En lo Profundo del Bosque

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Una noche, desembarcaron en una isla completamente desconocida y la bienvenida la brindó un clima cálido que incitó a todos a cambiar sus atuendos por prendas más livianas, siendo Sanji el más afectado por la ineludible sofocación que le provocaría su traje negro si no optaba por un cambio inmediato.

La isla se desplegaba como un tapiz de vegetación exuberante que abarcaba con gracia cada rincón. Sus residentes, una tribu amable, para no perturbar la armonía natural con construcciones ostentosas, prefirieron casas modestas, delicadamente hechas con paja.

Esa tribu estaba siendo víctima de gente corrupta de La Marina quienes les cobraban impuestos, que en evidencia, los habitantes se negaban a pagar ya que rebasaba cualquier cuantía razonable.

La tripulación se halló ante un escenario igual al enfrentamiento con Arlong. Luffy se negaba rotundamente a que la situación persistiera en esos términos. Menos aún toleraría que la gente que se ocultaba bajo el nombre de La Marina, en teoría dedicada al bienestar de la gente, abusara del título de esta para cometer sus artimañas.

Se quedaron ahí, aguardando la llegada del barco de marinos y ocultando su amado navío, el Going Merry, para evitar ser detectados. Transcurrieron dos días, durante los cuales Luffy se ganó la confianza de la comunidad, cautivando a niños, mujeres y ancianos por igual. La fascinación que despertaba Luffy resultaba interesante, era un imán con un poder de crear lazos de amistad con sorprendente facilidad.

Bajo el manto estrellado, una gran celebración se desplegó, el ambiente se convirtió en uno notablemente festivo y alegre.

Luffy, acompañado de Nami y otros lugareños, se entregaban al baile y al disfrute del exquisito licor. Zoro compartía palabras con el líder de la tribu, elogiando la exquisitez del alcohol local.

Sanji se encontraba sentado a la par de Usopp, quien cautivaba a los niños con una de sus innumerables historias, creando un ambiente de fascinación y asombro en los rostros infantiles.

—Y así, la hermosa princesa logró sanar su corazón, liberándose del amor del noble caballero. Comprendió que era egoísta forzarlo a enamorarse de ella.

—¿Entonces no se quedaron juntos? —Una niña, sosteniendo su pequeño peluche de conejo, angustiada le preguntó—. Pero ella lo ama, no puede hacerle eso, olvidarse de él. Es muy cruel.

—Mi querida niña —Ussop profirió con una mirada empática, su semblante afable—. La princesa lo amaba profundamente que superó incluso su propio egoísmo para otorgarle al caballero la libertad que anhelaba, permitiéndole seguir sirviendo a su reino. Al principio, la desolación la abrumó, sus ojos se humedecieron con lágrimas, su cuerpo perdió peso y su piel se cubrió de ojeras. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, comprendió que debía aprender a soltar.

—Es una historia triste, Ussop. —La niña se aferró a su peluche.

—Quizás si la princesa buscaba a la gran bruja sabia de nuestro bosque, podría haber obtenido el amor del caballero —reflexionó un niño a su lado, secándose las lágrimas.

—Saben que eso está mal. —Ussop les reprendió con voz suave—. Nadie puede mandar en el corazón.

—¡¡Pero ella sí!! —Gritaban todos los niños, empezando una discusión con Usopp. Sanji los observaba desde la distancia, intrigado por lo que los niños decían. Dudaba de la veracidad de sus palabras, consciente de que para ellos cualquier fantasía, incluso la más absurda, podía tener sentido.

Sin embargo, ser presa del amor resultaba más penoso que la ingenuidad infantil, pues la mente se sumergía en fantasías donde anhelaba ser correspondida por aquel a quien profesaba su amor.

—Basta, niños —dijo una mujer de larga cabellera negra, acercándose, ahuyentando a los niños—. Les está prohibido hablar de eso. Vayan y disfruten del juego— ordenó, y los niños obedecieron, persiguiéndose entre risas y alboroto.

La mujer se sentó junto a Ussop, ofreciéndole disculpas por la conducta de los niños.

—Comprendo que no existe una anciana con esas características, los niños de ahora tienen mucha imaginación —explicó Ussop.

—De hecho, sí existe —la mujer vio al moreno quien le miraba sin dar crédito a sus palabras—. En lo profundo del bosque, a 5 km, vive una anciana capaz de curar el mal de amores. Desde hechizos para olvidar a alguien hasta encantamientos para que alguien corresponda a tus sentimientos. Nadie sabe si sus poderes son gracias a una fruta del diablo o a su conexión con el mundo espiritual. De todas formas, muchos veneran a la anciana bruja.

Ussop asintió con curiosidad mientras Sanji dirigía su mirada hacia el denso bosque. ¿Sería posible? Esta pregunta latía con esperanza en su mente y corazón. Quizás la anciana bruja que habitaba allí podría hacer que su capitán se enamorara de él.

Con esperanzas elevadas, una sensación de alivio lo relajó. Un suspiro profundo escapó de sus labios, como si la carga de su pobre corazón roto se hubiera desprendido en ese instante.

Ussop se unió a Luffy en una competencia para determinar quién podría consumir más alimentos, confiado en que podría siquiera igualar con éxito el voraz apetito del capitán.

Sanji aprovechó la oportunidad para acercarse a la mujer de cabello negro y hacerle preguntas acerca de la enigmática bruja. Después de todo, se quedarían un poco más de tiempo ahí y lo aprovecharía de mejor manera.

Ya lo tenía, iría donde aquella bruja y le pediría que tejiera sus hechizos para que el corazón de su capitán se enredara irremediablemente con el suyo. No hubo titubeo alguno en su decisión y mucho menos se detuvo a pensar las repercusiones que eso traería.

Dejó que la corriente de sus sentimientos lo arrastrara, indiferente a las sombras que acechaban en el horizonte de lo desconocido.

Escogió liberarse de esa sensación, así que al despertar al día siguiente, la mujer de larga cabellera le entregó un detallado mapa y le brindó instrucciones para evitar que se perdiera o posibles encuentros indeseados con la fauna local.

—Por favor, dile a mi tripulación que fui a dar un paseo para recolectar algunos frutos y prepararles unas deliciosas bebidas. Ellos lo entenderán.

La mujer asintió, viéndolo empezar a caminar hasta perderse entre la espesa vegetación de aquel bosque circundante.

La mujer asintió, viéndolo empezar a caminar hasta perderse entre la espesa vegetación de aquel bosque circundante

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¡Hum! (◔̯◔), Sanji va a hacerle un amarre a Luffy. 🙊

Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos「 LuSan 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora