Cultivando solo en la Torre Part #2

Capítulo 278. No estaba solo por tu culpa.

Profundo bajo tierra, donde están las raíces del árbol madre.

Raíz---gana---gana

El Árbol Madre luchó por liberarse de las decenas de millones de tentáculos rojos que envolvían sus raíces.

Pero la ya agotada rebelión del Árbol Madre era demasiado débil.

Y mientras luchaba, oyó

Bam, bam, bam.

Los abrasadores tentáculos rojos quemaron y marcaron las raíces del Árbol Madre.

Gulp.

La herida succionó fuerza vital y la alimentó en alguna parte, y al final de ella había una verruga roja gigante. Era la reina mantis, la reina mantis.

Ella había buscado durante mucho tiempo el poder de la concepción del Árbol Madre.

El poder de la concepción es el poder de dar a luz lo que deseas.

Es a través del poder de la concepción que el Árbol Madre es capaz de hacer nacer pájaros de sus flores.

Así que para obtener el poder de la concepción, Mantícora utilizó sus poderes de fuego para drenar el agua del piso 79 de la torre y esperó a que el Árbol Madre se debilitara.

Cuando el Árbol Madre se debilitó, se acercó a las raíces e intentó robar el poder de la concepción.

Pero la Mantícora llevaba varios años sin obtener el poder de la concepción y había estado drenando la fuerza vital del Árbol Madre.

El árbol madre se estaba muriendo, pero protegía el poder de la concepción con su propia fuerza vital.

El reciente aumento del número de Mantis se debió a que la Mantisqueen produjo un gran número de crías para hacer frente al exceso de fuerza vital que había absorbido del Árbol Madre.

Pero esto era sólo por poco tiempo. Se acercaba el momento en que las décadas de duro trabajo de la reina mantis darían por fin sus frutos.

La fuerza vital del Árbol Madre estaba casi agotada.

Cuando se queda sin fuerza vital, el poder de la concepción que tan desesperadamente guardaba se convierte en suyo.

Entonces

Charco.

Después de recuperar algo de su fuerza del tratamiento de Sejun y los animales, el Árbol Madre comenzó a mover sus raíces.

Pero las raíces estaban envueltas en decenas de millones de tentáculos rojos y no podían brotar.

Cuádruple.

En su lugar, los tentáculos apretaron su agarre sobre las raíces del Árbol Madre, tratando de liberarse con más fuerza de lo habitual.

Pero

Charco, charco, charco.

Como si supiera que era su última oportunidad de hacer algo al respecto, el Árbol Madre volvió a agitar sus raíces con todas sus fuerzas.

Pow.

Finalmente, uno de los tentáculos enrollados alrededor de las raíces del Árbol Madre se partió.

Thud, thud, thud.

Más y más tentáculos se rompieron, uno tras otro.

¡¿Québec?!

Mantisquin estaba furioso, al darse cuenta de que alguien estaba ayudando a Árbol Madre.

Y entonces

¡Queue!