Cultivando solo en la Torre Part #2

Capítulo 283. ¡Acoplamiento exitoso!

"¿Eh? ¿Qué pasa, Flame?"

Anchura. Anchura.

Usando una hoja como pala para cavar.

[¡Caramba!]

Se-joon pregunta mientras ve a Flame enterrarse en un pequeño agujero.

[Jeje. Me gusta el suelo de aquí].

responde Flame con una sonrisa irónica. Como era de esperar, la raíz no pudo encontrar su lugar, así que se enterró en el suelo y llamó a la raíz.

"Hmph. ¿En serio?"

¿El suelo es bueno? ¿Es porque estoy usando mis poderes? Las palabras de Flamey hicieron que Sejoon se sintiera innecesariamente feliz.

Hwaryeong ronroneó.

"Puede que haga frío, así que haré un fuego".

[Hehe. Gracias].

Se-joon enciende un fuego a su lado, por si tiene frío.

"Niños, vamos a por unos huevos verdes antes de cenar".

Llamé a los animales.

¡Kweng! ¡Kweng!

[¡Kweng lleva a papá en alto! ¡Kweng se agarra fuerte!]

Vueltas y vueltas.

Mientras Kweng hablaba, se elevó hasta cerca del pecho de Sejun y extendió sus patas delanteras hacia los lados.

Warak.

Sejun lo rodea con los brazos y lo sujeta con fuerza.

¡Kweng! ¡Kweng~!

[¡Combinado! ¡Estamos en camino!]

¡BANG!

Con el grito de Quang, Quang y Sejun suben a la cima del árbol de los pájaros a una velocidad vertiginosa. Por supuesto, los otros animales que se aferraban al cuerpo de Sejun estaban con ellos.

Y entonces se quedaron solos.

[¡Raíz! ¡Por aquí! ¡Por aquí!]

Extendí mis hojas y empecé a llamar a Raíz en serio, como si unos fuegos artificiales llenaran el aire con una señal Wi-Fi.

Y entonces

["¿Cómo te llamas?]

le decía al árbol que esperaba sus raíces y daba a luz al pájaro.

Pero

-¡Bud!

El árbol que dio a luz al pájaro no podía hablar, pues sólo era un árbol bebé.

-¡Retoño!

Aún así, encantado de haber encontrado una chispa que pudiera escucharla, el árbol que paría pájaros habló con entusiasmo.

[¿Lo hiciste?]

Luciérnaga escuchó al árbol paridero lo mejor que pudo.

***.

Afueras de la Perdición.

"En cuanto Halphas se haya recuperado, atacaréis simultáneamente las nueve torres custodiadas por los dragones".

"¡Sí!"

"¡Sí!"

A la orden de Fenrir, el Primer Apóstol de la Perdición, los nueve Apóstoles de la Perdición, del Cuarto al Duodécimo, respondieron al unísono.

De los doce Apóstoles de la Destrucción, el Primero, el Segundo y el Tercero tenían un rango mucho más elevado que los demás Apóstoles de la Destrucción, y por lo tanto podían dar órdenes al resto de los Apóstoles de la Destrucción.