三十五.EMPERADOR TOGHON

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  La embarcación, de madera y metal, se veía tan frágil e insignificante, pero a la vez  se enfrentaba con orgullo al océano embravecido. Oscilaba como una pluma perdida en medio de una tormenta despiadada. Las olas rugían con una furia indomable, alzándose  y desafiando la gravedad, dispuestas a despedazar el barco en mil fragmentos con cada embate. El estruendo del viento y el estrépito de las olas resonaban como un grito aterrador, un vaivén  mortal que envolvía a Taemin en un torbellino de terror incontrolable.

Taemin, pálido y agotado, había perdido la cuenta de las veces que su estómago había cedido a la furia del mar. La tempestad parecía empeñada en arrancarles la vida, conspirando para arrojarlos contra rocas afiladas o dar vuelta al barco, dejándolos varados en un abismo del agua salada. Cada momento era una lucha contra las fuerzas indomables de la naturaleza que rugían en su contra.

Hoshi, pendiente como siempre, permanecía a su lado desde que zarparon hacia la Isla de Dokdo. Sus ojos reflejaban la preocupación mientras observaba la desesperación de su Wang. —Mi señor, debería refugiarse en el camarote. No tiene sentido que continúe sufriendo esto. En cuanto lleguemos, seré el primero en informarle   —sugería Hoshi con tono compasivo.

—No puedo, Hoshi. Mi deber como Wang de este ejército es estar aquí. Debo dar el ejemplo   —respondió Taemin con determinación. —Minho, siempre lideraba a sus hombres,  No quiero que mi ejercito piense que soy un cobarde.

—Mi señor, nadie pensará eso de usted. Al contrario, lo admiran por venir a hablar con los japoneses, para que liberen a los Goryeanos que tienen prisioneros en esa isla   —intentaba consolar Hoshi, reconociendo la valentía de Taemin en una situación tan peligrosa.

—Sí, pero lo que ignoran es que entre esos cautivos se encuentra mi esposo. Si lo supieran, seguro que me arrojarían al mar para que me tragaran los tiburones  —confesaba Taemin con una carga de angustia en su voz, revelando la ansiedad que lo agobiaba en medio de la misión.

—Mi señor, ya no diga más. Nunca se sabe quién podría ser un espía de los consejeros que usted desterró. No necesitamos más problemas  —aconsejaba Hoshi con sabiduría, recordándole la delicada situación que rodeaba a Taemin.

—Tienes razón, como siempre, Hoshi. Gracias por no abandonarme, a pesar de que tu Wang Minho ya no ha estado  —expresaba Taemin, reconociendo la lealtad inquebrantable de su compañero. —Yo le prometí a mi señor Minho cuidarlo siempre. Él me confió su vida, y con la mía misma, lo cumpliré.   —concluía Hoshi, renovando su compromiso con su señor Taemin en medio de la furia del mar y los desafíos que aguardaban en la Isla de Dokdo.

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El amanecer en alta mar trajo consigo una calma reparadora, especialmente para Taemin, quien había llegado a temer por su vida. Los rayos del sol resplandecían como si intentaran reparar, de alguna manera, los estragos que la tormenta había causado en sus nervios. En ese momento, un soldado anunció que la isla Dokdo estaba a la vista. El estómago de Taemin se hundió, y su corazón comenzó a latir con fuerza, como si estuviera a punto de desmayarse. Sin embargo, Hoshi, una vez más, le brindó apoyo con palabras alentadoras.

—Mi señor, este es el momento en el que debe liderar    —le dijo Hoshi. Taemin sudaba de ansiedad, sintiéndose perdido. Todas las indicaciones que Heechul le dio semanas atrás se habían desvanecido de su mente.

—Hoshi, no sé qué hacer. Apenas he logrado sobrevivir en alta mar. Ahora mi ejército se dará cuenta de que soy un verdadero fracaso como líder  —expresó Taemin, empezando a hiperventilar. Pero Hoshi lo miró con determinación y le habló con firmeza, sin consideraciones.

—¡Mi señor, míreme a los ojos! Todo estará bien. Usted es el gran Wang de Ganghwa. Ha enfrentado situaciones peores y ha sobrevivido. Saque ese coraje guardado; vamos a rescatar al Wang Minho, su esposo. ¿Recuerda eso?

DESBORDADA PASIÓN. 🔞 (2MIN)🌈Kde žijí příběhy. Začni objevovat