三十七.LIBERTAD.

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Aneko recobró el conocimiento entre la penumbra, sintiendo el dolor y ardor agudo de la herida en su cabeza. Hoshi, con manos diestras y un semblante preocupado, aplicaba los rudimentarios conocimientos de curación que poseía, utilizando los escasos recursos que llevaba consigo en la mochila. La aguja pasaba áspera por su piel, mientras Aneko, entre quejidos y maldiciones, expresaba su incomodidad.

—Eres un idiota salvaje. —se quejó, dirigiendo su furia hacia Hoshi. —Señorita, no se mueva tanto, o le dolerá más, —le advirtió con calma.

—¿Taemin, de dónde sacaste a este animal?  —Aneko arremetió furiosa. Taemin, con una sonrisa de disculpa, intentaba calmarla. —Lo lamento de verdad, él es mi guardia real, solo cumplía con su deber.

Pero las disculpas no aplacaron la furia de Aneko, quien continuó con sus reproches, mientras Hoshi, avergonzado, mantenía el rostro encendido por la vergüenza. Él sabia de las consecuencias de su error,  y mejor optó por callar, evitando que la situación escalara a algo más violento.

—Date prisa, instó Aneko, cambiando el tono de la conversación. —Tengo que regresar a revisar el área de las minas. Los guardias podrían sospechar si no aparezco.

La mención de las minas despertó el interés de Taemin, quien abrió sus ojos con asombro. —¿Tienes acceso a los presos de la mina?  —preguntó con incredulidad. Aneko, con un dejo de orgullo, confirmó su autoridad.  —Por supuesto. Soy una Shogun*. Y todos estos idiotas, me obedecen. El mismo emperador Go-Daigo me otorgó el cargo. después de que le salvé la vida de los rebeldes del norte —respondió Aneko con orgullo.

Taemin y Hoshi la miraron incrédulos, pero Aneko no se dejó intimidar. —¡Quiten esas caras de idiotas! ¿O tengo que enseñarles la herida que recorre mi estómago para que me crean?

Los dos hombres retrocedieron con horror ante la mención de la cicatriz de Aneko.

—¡NOOOOO!

—Jajaja, par de cobardes, —se burló Aneko. —¿No se supone que eres un guardia real? Seguro que has visto cientos de muertos, ¿o solo estás de adorno?

Hoshi, aún avergonzado, respondió con respeto. —No, señorita. Claro que he visto cuerpos destrozados, pero no creo que sea correcto que se quite la ropa delante de mi señor. Sería una falta de respeto, hacia el Wang.

Aneko rió entre dientes. —¡Que gracioso eres!. Taemin y yo hemos estado completamente desnudos besándonos.

 —¿Aneko, podrías guardar silencio? Hoshi no necesita enterarse de lo que hicimos en nuestra juventud, sugirió con cautela. Aneko, sin embargo, encogió los hombros con despreocupación. —Él fue quien empezó con sus tonterías, —agregó.  —Hoshi, incómodo con el tenso ambiente, siguió en silencio. No podía permitirse faltarle el respeto a Aneko frente a su Wang.

—Aneko necesito acompañarte a la mina, para ver si entre los prisioneros está mi esposo, explicó Taemin. —No he escuchado sobre alguien llamado Choi Minho, y mucho menos que sea un Wang, a menos que te refieras al Goryeano que rescatamos del mar. —Estoy seguro de que es él, —exclamó Taemin con ansiedad. — ¿Cómo puedes estar tan seguro si ni siquiera lo has visto?, —cuestionó Aneko con escepticismo. —Mi esposo fue arrojado al mar por su propio ejército, traicionado por su padre y su hermano, – reveló.

—Podría ser cierto, pero no puedo llevarte hasta allí, —se excusó Aneko. —Los guardias están esperando que cometa un error para deshacerse de mí. Nunca han tolerado que una mujer les de ordenes. —Por favor, Aneko, hazlo por nuestra amistad. Sin ti, nunca encontraré a mi esposo. Tendré que buscar otra manera, traigo mi ejército, —insistió Taemin. —No seas ingenuo, Taemin. Sabes que podría acabar contigo aquí mismo antes de que tu fiel perro pueda hacer algo, —advirtió Aneko. —Te ayudaré porque me alegra que hayas encontrado la felicidad. Acabo de pensar en una forma de que ingreses al lugar sin problemas.

DESBORDADA PASIÓN. 🔞 (2MIN)🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora