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Ya las semanas habían pasado. (TN) había pasado feliz las fiestas de navidad al igual que el año nuevo, alegre de ver a su familia después de tantos meses de estar en el vecino del norte de su país. Cuando bajó del avión corrió a abrazar a su madre, a fin de cuentas aún era una joven de 16, pronto de 17, que extrañaba ser abrazada por mamá. Realmente había sido gratificante el tiempo con (TM), (TPa), y sus dos hermanos.

Pero claramente no podía quedarse, tenía un contrato que cumplir, y lamentablemente el tiempo volaba lo suficientemente rápido como para que ya fuera el penúltimo día de sus vacaciones.

Ahora la joven se encontraba en la cocina junto a su familia, desayunando aún el recalentado de año nuevo, platicando de distintos temas o diciendo cualquier cosa. (TN) se encontraba terminando de servirse comida en su plato, para después sentarse junto a los otros miembros de su familia en la meza.

–¿Neta no puedes decir para quien trabajas?– preguntó (TH), el hermano o más bien hermanastro de la misma edad que nuestra protagonista.

–Nop, es parte de mi contrato laboral.

–¿Y como por?, además, no es como que alguien valla a saber que nos dijiste.

–Bueno ya, (TH) deja en paz a (TN), ella quiere cumplir su palabra con su contrato, se respeta y ya– hablo (TPa) antes de que el joven siguiera con sus interrogantes.

–Gracias (TPa).

–Oye mija, ¿a qué hora te irás mañana?– preguntó la progenitora de nuestra protagonista mientras llevaba un bocado a su boca.

–Temprano, son como cinco horas de camión, dos horas de espera en el aeropuerto, y luego cuatro horas de vuelo– respondió la joven, para luego empezar a comer su desayuno.

–¡Dios santo!, aveces olvidó lo tedioso que es el viajar– río levemente el padrastro de (TN), ya que este hacía un recorrido similar, por no decir distinto y más tedioso, que la chica.

–¿Cómo no se embrollaba usted (TM)?– habló (TH), recordando que en algún momento la señora le había comentado sobre su tiempo en el país gringo.

–Si cierto, ¿cómo le hacía usted ma?– le siguió el más pequeño de los tres hijos.

(TN) miró a su mamá, ya que tenía la misma duda que sus hermanos. (TM) solo sonrió con nostalgia al recordar su juventud, para después beber de su vaso con agua y mirar a los más jovencitos.

–Solo debía organizarme y ya, tampoco es tanto cuento el viajar.

–Habla por ti– murmuró (TPa) de manera divertida, ganándose un golpecito indoloro de (TM).

Los jóvenes simplemente rieron para después seguir con su desayuno. La platica siguió en la familia, riendo y contando diversas cosas que les habían pasado, teniendo incluso una anécdota por parte de sus padres de cuando eran más jóvenes. Claramente el desayuno terminó; (TN) y su madre se quedaron solas recogiendo la mesa, ya que (TPa) había salido a dejar a los hermanos de la joven a la escuela.

–Entonces, ¿no le dirás a tu madre cómo se llama la persona para quien trabajas?– la mujer mayor dijo mientras terminaba de meter algunas cosas en el refrigerador.

–Aún que se lo diga dudo mucho que me creyera, madre.

–¿Es alguien famoso entonces?.

–Puede ser– la chica dejó los platos sucios en lavabo de la cocina.

–¿The artist?.

–Prince ni siquiera tiene hijos, madre, además de que él esta creo más al norte del país y no en California– (TM) rió mientras se cruzaba de brazos.

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⏰ Última actualización: Apr 06 ⏰

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