Acto III: Llama Escarlata. Capitulo V: Los dos amantes.

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Varios días después de que Link y Zelda rescataran a Lubugoro de los hombres de Amón, y detuvieran la crisis causada por los cazadores que intentaban apoderarse de Dodongoro, decidieron tomar un breve descanso en ciudad goron para recuperar sus energías, y asi dirigirse a su siguiente objetivo, cuando el joven Yingorunia apareció para pedirles que le acompañaran, pues su hermano tenía noticias al igual que un pequeño regalo para ellos.

El dúo sabía que Lubugoro era un sujeto bastante confiable, pues hasta ahora no mostraba ninguna señal de ser su enemigo, así que, sin pensarlo, ambos acudieron rápidamente al salón de planeaciones, donde solía atender a todos aquellos que quisieran hablar directamente con él.

Aquel lugar no era para nada lujoso, pues como era normal, todas las estructuras en la ciudad no eran más que cuevas adaptadas a cada una de las necesidades de los habitantes, siendo esta, una enorme cavidad llena de toda clase de herramientas para la forja de armas e instrumentos de minería, así como una oficina con un despacho al fondo, donde se encontraba sentado el líder de los goron.

Lubugoro: ¡Ah! ¡Finalmente llegaron enviados de los dioses! [Los saludo con gran entusiasmo].

Link: ¡Saludos Lubugoro!

Zelda: Es un honor volver a estar ante su presencia.

Lubugoro: Ah no tiene por qué ser tan formal guerrera, después de todo, si no hubiera sido por ustedes estaría ahora mismo en el estómago de esa bestia.

Link: No fue nada para un equipo como nosotros. [Alardeaba].

Lubugoro: ¡Jajajaja esa es la actitud!

Zelda: ¿Entonces Lubugoro, podrías decirnos cuales eran las noticias que tenías para nosotros?

Lubugoro: ¡Ah sí sobre eso!

En ese instante el enorme goron comenzó a buscar entre un montón de tabletas talladas apiladas sobre la mesa de trabajo.

Lubugoro: Este es un mensaje desde el lago goroluna, al parecer todos los habitantes de la zona se encuentran nuevamente en sus casas, sanos y salvos.

Link y Zelda: ¿Espera que? [Preguntaron sorprendidos].

Zelda: ¿Pero no se supone que los habían secuestrado?

Lubugoro: Pues parece que todo fue un mal entendido.

Link: ¿Un mal entendido?

Lubugoro: Según el mensaje, habían huido del lago goroluna debido a un altercado con los hombres de Amón, quienes habían ocupado su aldea y la estaban usando como base.

Zelda: Así que los hombres de Amón también los tenían secuestrados... realmente son unos desalmados.

Link: Aun así, es un poco sospechoso, lo mejor será tener un ojo sobre ellos. [Sugirió el joven espadachín].

Lubugoro: Umm... Yo también lo pienso, pero por ahora, es mejor mantenernos al margen mientras las cosas se calman. [Argumento mientras se arreglaba la barba].

Link: Definitivamente es lo mejor, entonces... ¿Cuál es la segunda noticia?

Lubugoro: La segunda noticia está relacionada con su excelencia.

Zelda: ¡La gobernante de Heliópolis!

Lubugoro: Así es, al parecer ella está muy interesada en hablar con ustedes más detenidamente.

Link: Seguramente le causamos gran impresión.

Lubugoro: No solo eso, en su mensaje dejo claro que también quiere recompensarlos por lo que han hecho, mandándoles una invitación especial.

La Era Olvidada y el imperio PrimigenioWhere stories live. Discover now