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—¿Qué te pasa? ¿No responde la novia?

—¡Que te importa... y no, no es eso —Pedri miraba serio la pantalla de su celular esperando a que una notificación la iluminara.

—¿Entonces...? Desde que llegaste aquí no has soltado tu celular, estás ahí pegado todo el tiempo, no nos haces caso y a mi como que ya me estás cayendo mal —Fer le miraba con enfado en el rostro. Era cierto que desde que llegó a Canarias no lograba despegarse del teléfono y la razón de ello era Pablo, que se la vivía en su cabeza todo el rato.

—Eres un dramático, pero no te preocupes que ya mañana me largo

—No Pedri... no quise decir eso, es que... estas raro

—Ya... —en eso también llevaba la razón su hermano. Su cabeza estaba en todos lados menos donde debería, divagaba en cualquier cosa, le costaba prestar atención y se distraía con cualquier cosa. — ...tienes razón... es que extraño Barcelona

—¿Enserio? —el menor asintió. —Si antes llorabas que querías venir a Tenerife, que extrañabas la casa, que cuando iríamos, que querías comida de mamá, que esto y el otro, no te entiendo

—¡Ya lo se! pero es que... ¿tú has tenido novia Fer? ¿O novio?

—¿Que- —su hermano abrió los ojos como platos.

—¿O te ha gustado alguien? ¿Cómo es que te das cuenta?

—¿A que viene todo esto? —Fer le miraba curioso y sorprendido, quizá porque era la primera vez que le preguntaba sobre su vida amorosa.

—Solo son preguntas Fer, conversaciones normales entre hermanos, nada del otro mundo

—Ya, pueees... si, si que he tenido y la verdad es que es un poco difícil, bueno, al menos para mi lo ha sido

—¿Por?

—Porque una cosa es atraer, otra gustar y otra estar enamorado, son muy diferentes... Yo considero que atraer es que solo te gusta físicamente, gustar es que ya no solo te gusta el físico, sino también su personalidad y eso, y enamorarse... hostia, no estoy seguro pero quizá cuando de verdad te gusta absolutamente todo de esa persona, hasta sus defectos, cuando estás dispuesto hacer lo que sea por ella

Hubo un largo silencio, Pedri no sabía que decir, aún seguía analizando las palabras del mayor.

—¿Por qué Pedri?

—Curiosidad

—Vale, pero no te quedes conforme con mi respuesta, quizá deberías preguntar a alguien con más experiencia, alguien como mamá y papá que seguro te resuelven todas tus dudas porque yo poco se

—No te preocupes Fer, gracias

Pero a Pedri en vez de que le resolvieran las dudas sólo le quedaron más. El tiempo que llevaba en casa no hizo más que confundirlo porque extrañaba a Gavi, eso lo tenía claro, lo que no acababa de entender era la forma en que lo hacía, porque no era como extrañar a su hermano o un amigo, era diferente.

Otra cosa que tiene claro es que de no haber sido por ese beso de despedida del sevillano no estaría en ese dilema tan raro, no se cuestionaría la forma en que lo extraña, solo hubiera asumido que lo hace porque se acostumbró a su presencia como la de cualquier amigo, el problema era que los amigos no se besaban...

Así regresó a Barcelona, peor a como se fue.

Y todo se hizo aún más confuso para el cuando al salir del aeropuerto se encontró a Eric esperándole y a su lado el mismísimo Pablo sonriendo a más no poder.

Always hate me Where stories live. Discover now