"Esta es la historia de un chico que conoce a otro chico. Pero no supongan nada, esta no es una historia de amor."
Aquino es un escritor de tarjetas de felicitación, se sorprende totalmente cuando su novio, Natalan, repentinamente lo abandona. Él an...
Para Aquino era otro paso conocer el departamento donde vivía Natalan, el azabache decía que estaba todo desordenado cuando realmente se miraba bien.
Para Diego Aquino, esta fue la noche en que todo cambio. Esa pared tras la que Natalan frecuentemente se ocultaba, esa pared de distancia, de espacio de relación casual lentamente se venía abajo. Y aquí estaba Aquino, en su mundo, en un lugar que pocos habían sido invitados a ver con sus propios ojos, y aquí estaba Natalan deseándolo a él y nadie más.
Pasaron toda la noche en la cama, no de una forma sexual, de una forma en la que disfrutaban pasar el rato juntos hablando de sus sueños, hablando de sus miedos. Natalan casi nunca hablaba sobre eso y para el castaño era un avance grande, parecía que invitarlo a su departamento fue una metáfora para invitarlo a su corazón y dejarle ver sus sentimientos, sentimientos que Aquino escuchaba y entendía. Se sentían ambos a gusto, era como un paso nuevo para los dos y más para el azabache que nunca cuenta mucho de sus emociones.
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— ¿Exactamente qué eres?
— No lo sé.
— ¿No eres un novio?
— No es tan simple, sucede que ahora somos estables, somos adultos sabemos lo que sentimos no creo que sea necesario alguna etiqueta.
— Eres un tonto. - Dijo Duxo ante tal estupidez que dijo Aquino.
— Antes de que me digas tonto, te recuerdo que tú ultima pareja fue Estailus y solo duraron 3 horas - Ahora que se quejaba de Duxo se iba a quejar de Locochon de paso- y tú estuviste con Cejo desde el 97, no creo que ustedes dos sean exactamente autoridades en relaciones amorosas modernas.
