𝟓𝟎𝟎 𝐃𝐀𝐘𝐒 𝐎𝐅 𝐍𝐀𝐓𝐀𝐋𝐀𝐍 // 𝘈𝘲𝘶𝘪𝘯𝘰 𝘹 𝘕𝘢𝘵𝘢𝘭𝘢𝘯

DAY 500

La mayoría de los días del año son intrascendentes, comienzan y terminan sin que suceda algo memorable. La mayoría de los días no tienen impacto en el curso de una vida.

Aquino se dirigía a otra entrevista de trabajo, estaba seguro de si mismo de que esta vez si lo aceptarían, veía el lugar gustoso y se dirigía a la sala de espera, donde llegando vio a otra chica de cabello negro pero no le presto mucha importancia y se sentó igual. La joven le empezó a hacer plática sobre el trabajo al que iba a hacer la entrevista pues ella también iba por la vacante.

— ¿A ti no te he visto antes? - Pregunto dudosa viendo al castaño.

— ¿A mí? no creo.

— ¿No has ido al parque de la calle Ángelus?

— Sí - Dijo Aquino prestándole más atención- ese es mi punto favorito de la ciudad.

— Sí creo que te he visto allí.

— Pero yo a ti no te había visto.

— Quizás estabas distraído - Le respondió con una sonrisa burlona.

Si algo aprendió Aquino es que no le puedes atribuir un significado cósmico a un simple evento que te puede pasar. Coincidencia, eso es lo que siempre es, nada más que una coincidencia. Aquino por fin comprendió que no hay milagros, no existe lo que llamamos destino, nada tiene que ser, lo supo, de eso estaba seguro.

— Diego Aquino - Dijo el secretario de allí.

— Sí.

— Sígame.

Se levantó para seguirlo y seguir con quizás una buena decisión en su vida, pero algo lo detuvo, sentía que debía hacer algo primero.

— Espere, creo que se me olvido algo en la sala de espera, permítame un momento - El secretario no dijo nada pero le esperaría, mientras tanto Aquino regresaba a la sala de espera solo por esa chica.

— ¡Hola!

— Tú de nuevo.

— Sí, me preguntaba si después de esto quisieras ir por un café.

— Discúlpame, es que quede de verme con alguien después.

— Entiendo.

Aquino se retiro de nuevo para ir a su entrevista, se decepcionó un poco por creer esa "señal" del destino pero no importaba, ya no había marcha atrás y le daría un nuevo inicio a su vida.

— ¡Espera! ¿Sabes qué? si me gustaría ir.

— ¿Qué cosa? - Dijo Aquino regresando a la sala.

— Me encantaría ir un por café.

— Bueno entonces iré y te espero.

— Ya veremos como.

— No hay problema - Le dijo sonriendo- Me llamo Aquino - Dijo mientras le extendía la mano para hacer un apretón de manos.

— Mucho gusto - Dijo dándole la mano- Me llamo Erika.