CAPITULO 3: Te amo

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Jackie

Al regresar de correr, como todas las mañanas, fui a buscar y preparar la ropa que iba a usar. Recién van dos días y sigo sin acostumbrarme a estar lejos de New York. Con mi hermana siempre salíamos a correr a esta hora. La extraño mucho.

Suspiré y decidí no pensar en eso, sabía que si empezaba a hacerlo no iba a ser una mañana fácil. Me dirigí al baño y al llegar empezaron a colarse los chicos.

Empezaron a decirme que había una lista y que no podían cambiarla. Para resolverlo, terminaron mandándome a bañar al baño de abajo.

Mientras me bañaba me puse a pensar en lo raro que era su comportamiento, ayer no tenían ninguna lista y pude bañarme tranquilamente ahí. Mientras me ponía shampoo entendí, el producto tenía colorante. Todo había sido un planeado.

Quise buscar mi bolso con ropa y cremas que iba a usar, pero tampoco estaba. De verdad habían planeado todo.

-Es una apuesta Jackie...- Escuché que alguien me habló desde el otro lado del baño.

-¿Qué?- Pregunté.

-Apostamos a qué no ibas a querer ir con el pelo decolorado, entonces por eso lo hicimos...- Reí y negué con la cabeza.

-¿Quién es el que me está informando de esto?- Pregunté.

-Isaac...- Cole ya me había advertido sobre Isaac luego del incidente con la víbora, ya me vengaria.

-¿Quién fue él de la apuesta?- Indague simplemente escuché pasos irse- ¡Isaac!- Levanté la voz- Maldición...- Suspiré y terminé de bañarme.

Me puse la bata de nuevo y una toalla en la cabeza. Iba a encontrar una forma de resolverlo.

Cuando salí, lo hice de la forma más cautelosa posible. No quería que ninguno de los chicos me grabara o viera el resultado de su apuesta. Pero no iba a ser posible porque ni bien subí dos escalones Jordan y su cámara ya estaban siguiéndome y llamándome. Lo ignore lo más que pude y subí a mi habitación cerrando la puerta.

Alterada, me saqué la toalla del cabello y ví que tenía mechas naranjas. Iba a matarlos.

Ailín

Tenía que encontrar la manera de que Alex olvide lo que pasó ayer. Fue una estupidez de mi parte haber confesado como me estuve sintiendo estos últimos días en torno a las chicas que me rodeaban.

Le dije que odiaba mi cuerpo, que me sentía sola y que no quería hablarlo con nadie para no preocuparlos. El inteligente, en vez de intentar hablarlo se alteró y empezó a taparme de preguntas.

¿Por qué no me lo dijiste?¿Quién te hace creer eso?¿Desde cuándo?¿Estás haciendo algo malo?¿Fue mi culpa?¿Tengo que hablar con mis padres o con los tuyos?

Después de las miles y miles de preguntas empezó a dolerme la cabeza. Le dije que se calme, piense con claridad y al otro día lo hablaríamos. Él se sentó en el piso y fue mi momento de huir.

La cabeza me dolía mucho y mi cuerpo estaba débil. Igualmente hice el intento de caminar hacia mi casa, no pude y terminé tirada en el centro del pueblo. En un mecánico.

Cualquiera estaría pensando en mi lugar, ¿Cómo carajo no nos morimos? Bueno, mis amores, resulta que por arte de magia (Y ayuda del destino) mi rubio trabajaba ahí.

Al verme, pidió a su jefe si me podía dar un poco de agua. El mayor le dió su permiso y me llevó a sentarme y fue por la bebida.

Estuve ahí alrededor de una hora hasta que mi cuerpo volvió a funcionar. Cole me compró algo para comer, pero le dije que ya había comido y que estaba llena. Él no me creyó y nuevamente me obligó a comer en frente de él.

SECRETO - COLE WALTERWhere stories live. Discover now