Capitulo 4: Malditos Walter

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Ya sé que este capítulo (Y probablemente alguno de los siguientes) les vayan a doler como la mierda. Pero es necesario para el funcionamiento de la trama, aviso desde ahora que estoy esperando sus comentarios de enojo hacia mí y los voy a respetar. También estaría enojada en su lugar.

Así que ya que están leyendo esto, antes de algunas escenas voy a poner canciones que van a ayudar con la ambientación de los diálogos.

Spoiler: Conan Gray y Lana del rey.

Ailín

Al despertar, creí que Cole ya se habría largado, como todas las mañanas. Extrañamente lo encontré acostado en mi pecho con sus manos rodeando mi cintura. Una sensación de calidez me invadió, ¿Realmente lo que dijo ayer fue verdad?¿Él me ama?

Comencé a observarlo detenidamente, cada facción de su rostro. Desde su cabello, que descansaba suavemente sobre su frente, su nariz respingada con la que podía oír su respiración en calma, sus cejas que estaban fruncidas como siempre cuando está profundamente dormido, sus párpados que escondían esos ojos azules que me dejaban loca cada vez que los veía, sus pómulos, su mandíbula bien marcada, sus labios levemente rosados a los cuáles besé incontables beses y a los cuáles sigo siendo indefensa, su clavícula, sus hombros con algunos músculos por la equitación, trabajo y deportes en los que ayudara a sus hermanos. Al llegar a su pecho, no me resistí de rozarlo suavemente, como todas las veces que nos hemos visto.

Sus pectorales son indudablemente unas de las maravillas del mundo.

Lamentablemente no pude seguir viendo, ya que la cobija tapaba nuestros cuerpos. Cole, al sentir mi tacto abrió los ojos y sonrió.

-Buen día hermosa...- Habló con esa voz ronca aún dormido- ¿Te gustó la vista? Estuviste varios minutos admirandome...- Me regaló una mirada pícara.

Rápidamente mi cara enrojeció al escucharlo, ¿Eso significaba que solo fingió estar dormido para tener mi atención? Será hijo de puta el tarado.

Simplemente lo miré mal y me levanté de la cama, poniéndome mi ropa interior y una vieja remera de cole que me llegaba hasta poco más de los muslos.

-Podrías haberme avisado que estabas despierto, podrías haberte ahorrado todo ese espectáculo...- Me crucé de brazos.

Él simplemente río y se levantó acercándose rápidamente a mí.

-Me gusta sentir tu mirada... Cuando comenzaste a bajar tu atención de mi cara hacia otros sitios también estudié la tuya...- Sonrió apartando un mechón de pelo detrás de mi oreja.

-¿Ah sí?- Alcé una ceja y él asintió con una sonrisa embobada- Demuéstralo...- Lo miré desafiante a los ojos.

-¿Por dónde empiezo?- Se puso a pensar, pero luego se rindió- No soy bueno con las palabras... Pero sí con las demostraciones...- Sonrió divertido y dejó un beso en mis labios.

Por un momento sí pensé que iba a hablar de cuánto me amaba y de cada detalle de mi cara así como yo lo pensé de él. Pero bueno. Es verdad que él me demostró mucho en estos días, tal vez si quiera algo serio y sí termine con Erin o deje de mirar a Jackie de la misma manera en la que me mira. 

-Bueno... ¿Irás a la feria de hoy?- Cambié de tema.

Cole negó con la cabeza.

-Sabes que no me gusta ver los partidos en los que no puedo jugar... Hoy es uno de los más importantes...- Bajó la cabeza.

Se notaba que estaba triste y que tenía muchas ganas de volver a jugar, cambió mucho desde su lesión. Era su vida, cada deporte que hacía era maravilloso a su vista y no volver a jugar lo hizo sentir que nada más de lo que hiciera importaría y que tampoco serviría para ello. Además de que podría haber ganado una beca en alguna universidad e irse, como siempre deseó. Todo eso estaba perdido para él, según me decía.

SECRETO - COLE WALTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora